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Un México “Reformado”

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Ahora es la Reforma Financiera, y es bien recibida por quienes entendemos que México es distinto al de hace 30 años cuando inició un viraje hacia su inserción en la globalización. Un México que entró a la competencia casi a empujones en aquella época, hoy es reconocido a nivel mundial por el gran esfuerzo político que impulsa las grandes reformas constitucionales sobre las cuales se gesta una transformación nacional.

El presidente Enrique Peña Nieto está decidido a cambiar radicalmente a México. Desde el principio trazó el camino, y casi de inmediato se unieron los principales partidos, el PAN y el PRD. Junto con otras fuerzas políticas como el PRI y el PVEM, así como de organizaciones y sociedad dieron origen al Pacto por México, un instrumento, una vía, una alternativa para hacer crecer a la nación y hacerla productiva.

Es hora de pasar de la estabilidad financiera, al crecimiento económico. ¡Y vaya si es necesario!.

7 de cada 10 mexicanos se gana la vida en la economía informal destacó la Cámara de Comercio. Representando el dato un golpe duro para la seguridad social de las familias mexicanas.

El presidente Peña Nieto ha sido enfático al señalar que es indispensable una Reforma Financiera que haga posible la regulación de la economía informal, para que todos puedan gozar de los beneficios sociales. Y resalta, la urgencia de reactivar el financiamiento del comercio, proponiendo que los bancos presten más y más barato.

El planteamiento es genial, es certero, es real. Claro que para concretarlo se requiere la aprobación de reforma de 34 leyes lo cual nos hace imaginar cómo será el debate en el Congreso de la Unión.

Y es que, si contando con el apoyo de los integrantes del Pacto por México se me hace una tarea titánica, ¿qué hubiera pasado si éste se hubiera roto?.

Los tiempos se están cumpliendo. La Reforma Financiera debe estar lista ¡a la voz de ya!, para dar paso a otra de gran importancia también,  me refiero a la Energética. El Secretario de Hacienda, Luis Videgaray no ha dejado de precisarlo.

Ambas reformas son pivote del creciemiento que se desea para México.

Por eso creo que la reactivación del diálogo al interior del Pacto por México nos permite como país, regresar al camino de las reformas.

Me queda claro que la petición de los partidos políticos PAN y PRD de castigar los presuntos actos de corrupción electoral en el Estado de Veracruz, queda plasmado en el Adéndum. Pero también la seria realidad que pesa sobre personajes importantes del anterior gobierno por actos más delictivos que ello.

El PRI no es un partido que sobrelleve la historia. Es una organización que evoluciona con el tiempo. Y aprendió. Lejos de la presidencia aprendió lo suficiente para no dejar “cabos sueltos”. Aunque algunos personajes no terminan de ponerse al nivel.

Toca a los mexicanos impulsar con buen ánimo éstas reformas. Y es lo conducente, toda vez que peor no nos puede ir. Siempre que exista una alternativa para mejorar, es recomendable considerarla.

Pero sí además la nutrimos con nuestros puntos de vista bien planteados, serios y ordenados, dejamos constancia del México que deseamos tener. La modernidad nos alcanza y nos está rebasando. Con ella, la competitividad se hizo un revulsivo, una condición de desarrollo. Y que mejor que democratizar nuestra economía a través de la competencia. Con financiamiento al alcance, pagando todos los impuestos justos y gozando de una seguridad social en salud y prestaciones. Siempre hay que pensar en el beneficio de la familia, porque si ésta está bien, México también está bien.

Llegó la hora de transformar al México estacionado, para pasar al México reformado. Es mi punto de vista.