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Una colecta nacional para combatir la pobreza en México

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pobrezaLa gente necesita bienestar, quiere dinero en el bolsillo familiar.
Es fácil, el pueblo de México quiere dinero, necesita dinero. Dinero en su bolsa para vivir mejor, para darle a su familia el bienestar que merecen.

Nada, absolutamente nada le pone más feliz al mexicano que saber que hay dinero en su bolsa, suficiente para adquirir los bienes que necesita poseer y consumir.

El tema económico, rebasa cualquier intento oficial por convencer a la población de sus grandes esfuerzos institucionales.

La comprensión social, no es un elemento fácil de obtener para cualquier gobierno. Y si a esto le agregamos el tema de la corrupción, pues…

El Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social pone la situación de pobreza nacional en el contexto 2012.

En el 2012, el 45.5% de la población vivía en la pobreza, es decir, 53.3 millones de mexicanos, según cifras dadas a conocer en Julio del 2013.

Esta cifra se incrementó en 500 mil personas, entre el año 2010 y el 2012. Es una dinámica de pena, porque a pesar de los Programas Sociales la cifra aumenta.

La pobreza extrema alcanzaba en el 2012 la cifra de nueve millones de mexicanos que se morían de hambre. 9.8% de mexicanos padecían hambre.

La pobreza en México está cimentada en una serie de rezagos, como el educativo, el empleo (ingreso), el de la salud, la alimentación, el acceso a los servicios básicos de vivienda, el acceso a la seguridad social, entre otros.

Se dice que hay pobreza cuando una familia carece el mínimo de dos rezagos. Si alcanza tres, ya vive en pobreza extrema.

Si bien en comparación con el sexenio 2006 – 2012, se han reducido los rezagos, es verdad que dos de ellos se han incrementado: el ingreso (empleo) y la seguridad social.

México debe detener el avance de la pobreza nacional. Es un tema de derechos, uno que como país nos debe ocupar. Son bienvenidos los programas asistencialistas, pero no son la solución.

Siendo sinceros, es el momento de ver la democracia reflejada en el bienestar real de los mexicanos. Ya se atrasó mucho el asunto.

México se dice, es un país de oportunidades, sin embargo, la desigualdad lacera nuestra existencia. No estoy seguro de quienes son los culpables, porque en todo caso, lo somos todos.

Unos porque desde el poder no se aplican a fondo y otros porque simplemente no hacemos nada. Dejamos que las cosas sucedan, y así, pasan y pasan gobiernos y la pobreza se acentúa.

Soy de los que creen que siempre hay oportunidades para salir del bache. El problema es que la pobreza, es ya un elemento necesario y fundamental para el poder. No distingo partidos, porque en realidad, todos han entrado en esa dinámica del poder.

La apatía ciudadana permite que la corrupción nos mine.

No se trata de pelear, ni de motivar el caos, sino de hacer que las cosas funcionen para bien de la nación. No podemos presumir de las grandes reformas estructurales alcanzadas, si nuestra nación está inundada de pobreza y pobreza extrema.

Es inadmisible.

Gobierno, sociedad, empresarios y poderes fácticos, debemos hacerle un bien al país, aunque sea por una vez en la vida.

Así como surgió el Teletón, y otros programas de ayuda que generan bienestar, aseguran, bien podríamos convocar a todos los mexicanos haciendo una gran convocatoria, para acabar con la corrupción a través de una colecta que sea la punta de lanza de grandes inversiones para sacar de la pobreza a más de 53 millones de mexicanos, empezando con los 9.8 millones que carecen de todo.

Cuando Lázaro Cárdenas, Presidente de México, convocó a los mexicanos para que aportaran lo que tuvieran para pagar las indemnizaciones a las empresas petroleras, que habían demandado al gobierno por la expropiación, el pueblo respondió.

Si cada familia rica de México aportara, seguro obtendríamos grandes, grandes recursos.

Es una idea, como una de tantas, que sirven para hacer cosas a favor de intereses privados. La diferencia es que aquí, sería en beneficio de los seres humanos que por identidad, son orgullosamente mexicanos, pobres y que se mueren de hambre.