Es tema de derechos no de distribución de dinero.
En México una mujer gana hasta 30 por ciento menos que un hombre por realizar el mismo trabajo.
El 25 por ciento de los ingresos en el hogar provienen de las mujeres.
La senadora Patricia Mercado Castro, presentó a nombre de la bancada de Movimiento Ciudadano, una iniciativa que tiene como objetivo lograr la equidad salarial entre hombres y mujeres. Dicha propuesta establece, tanto en la Ley Federal del Trabajo, como en la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, que los sueldos deberán fijarse con base en criterios objetivos, que tomen en consideración las calificaciones laborales, los esfuerzos, intelectual y físico, las responsabilidades del cargo, y las condiciones en que desarrollan sus labores, esto es, el entorno organizacional, espacio físico y el ambiente psicológico en que se realiza el trabajo.
La propuesta también considera incorporar a esta tarea a las y los inspectores del trabajo, así como crear un Sistema Público de Monitoreo de Prácticas Salariales y Normas del Trabajo, que informe sobre prácticas discriminatorias y otras violaciones en las condiciones de trabajo, en especial contra las mujeres, para darle un seguimiento puntual a los casos y denuncias, de modo que se corrijan estas prácticas.
La senadora argumentó que la desigualdad salarial aqueja, especialmente, a las mujeres y a las personas jóvenes. Manifestó que en México una mujer puede ganar hasta 30% menos que un hombre por realizar el mismo trabajo y refirió que según el Foro Económico Mundial ocupamos el lugar número 128 entre 144 países en términos de desigualdad de los salarios, entre hombres y mujeres; incluso presentan índices de mayor equidad salarial entre países de África y Centroamérica.
Reconoció que la desigualdad salarial es una de las variables más evidentes de la desigualdad estructural histórica, que ha afectado a nuestro país. “Existe un círculo vicioso de los bajos salarios, que tiene un efecto en la desigualdad en el acceso a derechos, por ejemplo a la seguridad social, la salud y la educación de calidad”, aseguró.
Señaló que en nuestro país las mujeres, suelen ser contratadas con un salario inferior al de los hombres, debido a los estereotipos que consideran al hombre como sostén de la familia y esta discriminación se refuerza debido a que, a menor tiempo presencial, debido a las responsabilidades familiares, obtienen menor remuneración.
Recordó que ya se ha presentado una iniciativa igual en la Cámara de Diputados en la anterior legislatura por los senadores Verónica Delgadillo y Clemente Castañeda, para establecer un salario mínimo digno, decente y suficiente, que aumente progresivamente y que permita la satisfacción de las necesidades básicas de las familias. “Una vez planteado este piso mínimo, es necesario avanzar en los criterios que permitan establecer salarios justos”, agregó.
Cabe señalar también que en fecha reciente, la senadora presentó una iniciativa para desaparecer la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami), y crear un Instituto Nacional de Evaluación de la Política Salarial, que, entre otras funciones, vigilaría y sancionaría las prácticas discriminatorias en el salario y en las condiciones laborales.
Exhortó a sus pares legislativos para apoyar la iniciativa considerando que el 25 por ciento de los ingresos en el hogar provienen de las mujeres. “Cuando las mujeres meten ingresos a sus hogares, se reduce la pobreza. Como lo he dicho, tiene que ver con derechos no con distribución de dinero. Tiene que ver con la concepción de cómo vamos logrando una sociedad más igualitaria”, concluyó.
A la iniciativa se adhirieron diversos senadores de diferentes grupos parlamentarios, y fue turnada a las comisiones unidas de Trabajo y Previsión Social, de Igualdad de Género y de Estudios Legislativos, Primera.
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