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Venezuela, en el camino de la incertidumbre presidencial

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Hay dos supuestos que se ponderan al intentar entender lo que actualmente está sucediendo en Venezuela con el revelo presidencial. En primero que tiene que ver con la importancia de la salud de un jefe de estado para la estabilidad política de la nación a la cual pertenece. En segundo término, la presunción de que el ejercicio del poder es tan tentativo que es difícil de abandonarlo de forma simple, y mucho más, cuando se tiene el aval de una sociedad que votó a favor de uno.

Lo que si es cierto, es que el presidente venezolano Hugo Chávez se juega la vida en el país de Cuba, mientras que deja en plena y suma tensión a su país ante la inminente cercanía de la toma de protesta para otro periodo presidencial que no podría asumir por su condición de salud-

Un país para que se considere democrático debe cumplir con ciertos supuestos como contar con una Constitución Política que le otorgue supremacía a sí misma y que represente la voluntad general del pueblo. Pero también de que el ejercicio del poder se divida en instituciones fuertes cuya constitución surge de la vida democrática y electiva del pueblo, con marcos jurídicos que respeten los derechos humanos, las libertades básicas y el bienestar general de la población.

En torno a la figura de Hugo Chávez hay natural controversia. Hay quienes lo acusan de ser un dictador, un gobierno totalitario, que apaga el ejercicio de la oposición. Sin embargo, también hay quienes lo alaban y lo vitorean. Entienden que su lucha es contra el sistema global de grandes capitales que imponen sus intereses sin el menor recato y respeto a la cultura de los pueblos.

No hay duda que en el anterior proceso electoral presidencial, que resultó el más copioso de la historia moderna de Venezuela ganó. Hasta el más recalcitrante “enemigo”, los USA, reconocieron la victoria del chavismo, lo que le daba un buen margen de maniobra política en el ámbito internacional. Pero no contó con la naturaleza, que sin conceder una acción sabia en ella, hoy parece cobrarle la factura del tiempo y la enfermedad lo pone a borde de la muerte.

¿Qué va a suceder este 10 de enero?

Se duda que Chávez pueda tomar protesta para un nuevo periodo de gobierno presidencial. La resolución de que el Tribunal Superior de Justicia viaje hasta Cuba para que se verifique dicho acto solemne, pondría a los demás gobiernos el dilema de reconocer un gobierno que no asume su mandato dentro del territorio soberano de su nación, es decir, dentro del territorio venezolano. Como también sucedería en el caso de que se hiciera válido el permiso especial que ahora tiene del poder legislativo venezolano para ausentarse en el cargo de Presidente de Venezuela más allá del 10 de enero próximo. Por regla general, el cambio presidencial no sólo es una sucesión de tiempo, sino también una ceremonia solemne que cumpla con los requisitos de la nación, y que ante el mundo, sea el reflejo de la fortaleza de sus instituciones y marcos jurídicos que avalan el proceso democrático.

Es claro que si no llega Hugo Chávez a protestar se abre la posibilidad de abrir nuevamente el proceso electivo para que la nación elija a quien debería quedar el poder. Así lo han entendido de forma general las naciones democráticas. Pretender que con sólo decir o nombrar a un sucesor es caer en el juego sucesorio monárquico que se opone al presidencialismo de acuerdo con la doctrina política

Con todo esto se confirma que Hugo Chávez no ha tenido la visión de perpetuar la visión del chavismo más allá de su persona, que sin él se pierde el rumbo y la dirección.

Sin desearle ningún mal a ningún ser humano, tampoco se va a negar que el probable fallecimiento del hasta ahora presidente venezolano Hugo Chávez, traerá un movimiento político emergente en Venezuela del cual no tenemos previsto hacia donde se va a dirigir… y es que estamos a la expectativa por el sólo caso de tratarse de una enfermedad.