¿Quién defiende a los priístas caídos en desgracia?.
La derrota del PRI tuvo muchos culpables, quizá todos en su parte medular. Unos porque no quisieron ver, otros porque viendo lo malo que se estaba haciendo no se atrevieron a levantar la voz y otros porque se confiaron o confiaron a ciegas en sus “padrinos”. Al final quedaron expuestos y en calidad de despedidos.
I.- La pregunta es precisa, la respuesta no la veo por ningún lado. Y es que, la situación está más allá de lo complicado. Es un verdadero caos. Están siendo despedidos de forma inhumana, pero, ¿es que acaso en la política existe el humanismo?. Está visto que en términos de gobernanza el humanismo no tiene cabida.
II.- El nuevo Gobernador no siente ningún remordimiento. ¿Por qué habría de tenerlo?. Es evidente que para ponerle un sello a su administración se basó en la austeridad que no es otra cosa que deshacerse de los trabajadores que en su momento no votaron por él, es más, hicieron campaña en su contra y responden a intereses contrarios a los suyos.
III.- Claro que la situación tiene tres enfoques: el de los despedidos, el de los que despiden y el de los que se aprovecharán de los despidos. ¿Pero quién defiende a los despedidos?. Y no me refiero a los que se ofrecen a brindar asesoría jurídica – con su consabido cobro de honorarios -, sino a los que pongan su capital político en juego. Tampoco me refiero a los diputados que señalan en tribuna lo que consideran una “injusticia”.
IV.- Los priístas están esperando un llamado a las “armas” o algo parecido, porque necesitan sentir el apoyo de su partido, al que le dieron toda una vida. En el PRI no hay un bloque de defensa. Incluso una legisladora federal está preocupada porque a su Señora Madre le llegó la guillotina. La despidieron tras haber laborado 10 años en una dependencia estatal.
V.- Nadie se salva. El clima está candente. Nadie aboga por nadie, hay reclamos pero no hay frentes. Eso se ganaron por ser leales y disciplinados a un partido político que les permitió entrar y luego los abandonó a su suerte.
VI.- ¿Pero, acaso los priístas no sabían que si perdía Sahui, ellos iban a perder su trabajo?. ¿En serio?.
VII.- Era claro que así serían las cosas. Como también se veía venir esta situación de abandono que se recrudecerá cuando AMLO asuma la presidencia el próximo 1 de diciembre. La cosa va a empeorar, porque el hombre trae el mismo chip que Mauricio Vila en términos de ahorro y de evitar el dispendio.
VIII.- AMLO hará todo lo que tenga que hacer para tener recursos disponibles y cumplir sus promesas. Para ello necesita mucho, mucho dinero, que saldrá del recorte de personal y de los gasto corriente.
IX.- A los priistas les vienen peores cosas. El dolor más grande es la decepción que sienten al sentirse engañados y humillados. No lo pueden creer. Nunca se pusieron a pensar en que esto pasaría, a pesar de que hubo voces como las de Mi Punto de Vista que se los anunciaron.
X.- Los despedidos no encuentran consuelo por ningún lado, sienten que con ellos están haciendo una injusticia. Y mientras se van enterando del gigantesco saqueo de un grupo cerrado de funcionarios que se dio la gran vida y se aseguró el futuro por venir, van resignándose incluso a abandonar al partido por el que lo entregaron todo. Nunca se prepararon para las vacas flacas.
La neta del planeta.- Mauricio Vila no es un humanista. Es un empresario que no siente el dolor de los priístas, porque nunca los consideró suyos. Así que no es un aliado del dolor tricolor. Su mirada está puesta en la Presidencia de México, un sueño que nadie le puede impedir. Yucatán es el lugar donde los sueños se hacen realidad, dijo una gran líder en su justo momento.
