Tal como en la película mexicana “la Ley de Herodes”, protagonizada por Damián Alcazar, el alcalde de Tekax, Josué Manancé Couoh Tzec hace de las suyas, solo que en nuestros tiempos, las cosas no son como en San Pedro de los Saguaros…
La Ciudad de Tekax está sumida en la gran mediocridad pública. El des gobierno del Doctor Josué Manance Couoh Tzec no logró comprobar la cuenta pública de Diciembre del 2015 y el Cabildo en su sesión del día de ayer, no la aprobó.
Lo vergonzoso para el alcalde es que ni sus compañeros regidores del PRI lo apoyaron. Perdió la votación 7 a 4. Ahora se pone en la lista de los alcaldes que serán revisados por la Auditoría Superior del Estado de Yucatán.
Dentro de las graves anomalías encontradas en la cuenta pública de Diciembre del 2015, está la falta de comprobantes. Cada erogación debe estar debidamente soportada por un cheque foliado, una orden de servicio firmada por el responsable y avalada por la dirección de la tesorería municipal. Sin embargo, esto no ocurrió así. El Doctor dispuso de gastos como si se tratara de su consultorio privado. Que alguien le explique de qué se trata la administración pública.
Manancé Couoh parece inspirarse en la película “la Ley de Herodes”. Solo falta que haga su propia versión de la constitución política.
En tan poco tiempo, el alcalde de Tekax ha mostrado su incapacidad para gobernar con el mínimo de eficiencia requerido.
Pero esa es solo una muestra de la ineptitud del Dr. Josué Manancé, ya que ha dejado en claro que la política para él es un relajo.
En su partido, el PRI, sienten vergüenza de él.
Tanto que ya nadie se atreve a darle un consejo, pues es como “hablarle a la pared”. No acepta asesorías, no cree en ellas, para él, con la ayuda de sus amigos, amigas y compadres basta. No sabe lo que significa la profesionalización del servicio público. No la entiende.
La rendición de cuentas es “un invento de sus detractores”.
En las instancias de gobierno le dan el “avión”, término conocido y aplicado para quien de plano no quieren atender.
Es un alcalde abandonado a su suerte. Y es que, ¡cómo ayudar a alguien que no sabe siquiera para qué ostenta tan importante cargo!.
En Tekax hay ausencia de visión política. No existe un Plan de Gobierno que impulse una estrategia de desarrollo sustentable, con el propósito de elevar el nivel de vida de los habitantes de la Ciudad y sus comisarías. El pobre alcalde no entiende de esto. Si lo entendiera haría lo mínimo requerido.
El alcalde de Tekax es una caricatura de político. Es lo más cerca que existe entre la ignorancia y la terquedad. Donde para él y su primer círculo, gobernar es la tarea de hacer lo que se les ocurre a diario.
Tekax es una Ciudad perdida en medio de tanta necesidad. Los apoyos de gobierno no pueden llegar pues para que los apoyos fluyan debe existir el cumplimiento de normas y requisitos, mismos que ni el alcalde ni su séquito entienden.
Ojalá y existiera revocación de mandato, de esa forma, los tekaxeños tendrían la oportunidad de deshacerse de tan nefasta administración.
Así como va, el alcalde tendrá problemas muy serios con sus cuentas en el futuro próximo por venir.
Los tekaxeños y los yucatecos en general no saben aún cuánto gana el alcalde, y no lo saben porque no informa. La unidad de acceso a la información del municipio no sabe hacer su trabajo. Esta situación debería ser sancionada con todo el peso de la Ley.
To be Continued… (tercera parte: los extravíos del alcalde)
La primera parte la puedes consultar aquí:
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