No tengo la oportunidad de conocerte personalmente. Pero tu historia nos ha calado en los sentimientos y en la solidaridad.
El cáncer es una enfermedad muy negativa que no solo termina afectando a la persona que la padece, sino que infesta todo el entorno y el contexto. Es muy triste enfrentarse a esa realidad, confrontarla día con día y en caso de extrema gravedad o de destino irremediablemente irreversibles muy difícil de sobrellevar.
No me imagino el dolor de tus padres ver como una pequeña hija, fruto y expresión de su amor, se va marchitando en la vitalidad que el inicio de una vida se planea en el proyecto de vida de una familia.
Pero eres sin duda una gran guerrera que te has sobrepuesto no solo a tu enfermedad sino también a la negligencia de un sistema de salud que no es sensible a la enfermedad humana. De un sistema que solo conoce de números y de casos, sin ver más allá de la normativa el valor de la persona humana.
Te hemos fallado… todos los mexicanos que estamos para luchar para que este gobierno realmente se de cuenta del gran error que ha cometido al abandonarte junto con miles de niños que padecen cáncer, pero como son votantes potenciales quedan fuera de los programas clientelares, de aquellos que si le aseguran votos a una determinada clase política.
Tu reclamo no era para polemizar. La demanda de la desatención y la denuncia de negligencia médica son genuinas y responden a un reclamo por justicia. Con tu salud nunca se debió jugar.
Me entristece que tengas que abandonar México, aunque me alegra y me esperanza que encuentres en otro lugar del mundo lo que nuestro país no supo darte.
Es muy insensible lo que está sucediendo con el tema de la salud y la desatención a la problemática tuya y de miles de niños que padecen cáncer. Lo peor es que se intente politizar el problema y en lugar de encontrar soluciones reales y evidentes, el gobierno se la pase justificando y echando la culpa a los del otro bando político.
No te merecías este trato… el gobierno te ha fallado, México te ha abandonado.
