III.- El activista y editorialista Félix Rubio Villanueva encabezando un equipo de ciudadanos, documentó todas las anomalías que se registraron en dicha competencia. “Fue un cochinero”, la elección interna del PAN fue “un cochinero”. Ana Rosa se erigió en la líder moral de la resistencia panista, en ella se concentraron los valores más importantes del PAN: la dignidad, la conciencia, la pureza democrática, lo tenía todo para dar la batalla.
IV.- En el CEN, avalaron la elección otorgando a Patricio Patrón la victoria política sobre su más odiada rival: Ana Rosa Payán Cervera. Y fue así, como Ana Rosa decidió irse, renunciando a su militancia para propiciar una coalición de partidos de izquierda que dio pie a que encabezara la plataforma de algo que se llamó Todos Somos Yucatán. Ana Rosa no se fue del PAN pensando regresar. Se fue del PAN llevándose a su ejército a otros terrenos con el fin de crear un nuevo partido político. Y se alió con el PRI, aceptó la oferta política de Ivonne Ortega Pacheco y obtuvo posiciones para ella y su equipo. En ese momento, no había inconformidad que valiera, a Payán Cervera se le olvidó que el PRI es “la corrupción con manos y patas”. Y no le hizo “¡Foo!” a los priístas.
V.- Su juramento político fue categórico: al PAN no regresaría mientras estuviera Patricio Patrón, el “móndrigo remedo de cacique” que le quitó el sueño de ser gobernadora de Yucatán. Pero algo pasó, y en el reacomodo de sentimientos, sintió que debía regresar al PAN, para “salvar al pueblo del mal gobierno”. Y buscó a su enemigo para “pactar” con él su regreso al PAN. Como un acto de contrición, Ana Rosa puso su “vida” política en manos de aquellos que la orillaron a “abandonar al PAN de sus amores”. Y también apareció con Beatriz Zavala Peniche, le levantó la mano y dijo “somos mujeres panistas con Josefina Vázquez Mota”.
VI.- A 4 años de distancia, nadie sabe lo que hará Ana Rosa. En el PAN, Patricio perdió la brújula, y permiten que se acerque, porque “quien sabe, se trata de ganar, aiga sido como aiga sido”. Y es que, no es un secreto, el PAN no tiene con qué competirle al PRI la gubernatura de Yucatán. Ana Rosa aprovecha la coyuntura de una alianza con Beatriz Zavala, que buscando la alcaldía, nada tiene que disputarse con ella. En cambio, Ana Rosa tiene una cuenta pendiente con Patricio Patrón, el enemigo del PAN verdadero, el PAN de Beatriz Zavala y Sofía Castro. Al grito de todos contra Patricio, Ana Rosa se volcó sobre Huacho Díaz Mena, a quien en reunión privada le dijo “bájate, yo soy la candidata”. Tembloroso “Huacho” Díaz solo alcanzó a responder, “Contadora, no solo yo estoy en la contienda”, a lo que la ex directora del DIF nacional respondió “esto solo es entre tú y yo, bájate, no tienes con qué ganarme”. Y pues, aquí viene otra vez Ana Rosa Payán Cervera, quiere ser gobernadora por el PAN, ese al que un día despreció y condenó a la división, el odio, el rencor y la venganza política. Mezcla de caudillo y redentor, “ahí viene Ana Rosa”.
