Managua, 10 may (EFE).- La Coalición Nacional, una de las principales organizaciones opositoras de Nicaragua, extendió este lunes una propuesta de unidad a su par, la Alianza Ciudadana, con el propósito de enfrentar en una sola fuerza al presidente Daniel Ortega, quien busca su tercera reelección consecutiva en las elecciones de noviembre próximo.
La propuesta de cuatro puntos de la Coalición Nacional fue presentada cuando falta poco más de 48 horas para que expire el tiempo de presentar las alianzas partidarias ante el Consejo Supremo Electoral (CSE), de cara a los comicios del próximo 7 de noviembre. El plazo vence el miércoles.
La Coalición propuso que la Alianza Electoral esté representada por “una persona de común acuerdo que genere confianza para ambas partes”, quien a su vez se haga acompañar de un Comité Consultivo de tres personas.
También planteó que una vez establecida la alianza, los aspirantes a la Presidencia de ambos grupos opositores participen en un concurso interno que determine quién será el candidato oficial por la oposición en las elecciones generales.
Asimismo, estableció que las partes se dividan el número de diputaciones en un 50 % para cada una y que se cree un equipo conjunto para diseñar un plan de Gobierno.
Una fuente de la Coalición Nacional dijo a Efe que sus integrantes están abiertos a participar en las elecciones bajo la casilla electoral de Ciudadanos por la Libertad (CxL), partido que ha sido criticado por diversas fuerzas por su aparente negativa a la unidad opositora contra Ortega, que incluyen la exclusión de ciertos sectores.
El integrante del Consejo Político de la Coalición Juan Diego Barberena dijo que la organización busca “una unidad y una alianza electoral sin exclusión, al amparo de un acuerdo previo de las organizaciones opositoras, y encaminada a que la mayoría de la población nicaragüense que esté en contra de la dictadura Ortega Murillo se sienta representada”.
Tanto los miembros de la Coalición Nacional como los de la Alianza Ciudadana han advertido que la unidad opositora es la única opción que tienen para enfrentar un supuesto “fraude electoral” del CSE, señalado por los opositores beneficiar a Ortega en cada una de las elecciones desde su regreso en 2007.
Las elecciones de noviembre serán determinantes para Nicaragua, ya que estarán en juego 42 años de primacía casi absoluta de Ortega sobre la política nacional.
