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Alarma por la posible instalación de una base aérea rusa en una isla venezolana

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CARACAS.- El Parlamento venezolano inició una investigación para conocer cuáles son las verdaderas intenciones del gobierno chavista y de la administración de Vladimir Putin, tras publicarse que los rusos se plantean construir una base aérea en la isla caribeña de La Orchila. La información, publicada en el Daily Mail y que cita a la agencia de noticias rusa Tass, señala que los dos bombarderos supersónicos rusos que la semana pasada aterrizaron en Caracas para ejercicios militares sobrevolaron esa zona en su regreso a Moscú.

Se trataría de la primera base rusa en el Caribe, a 160 kilómetros de Caracas, transcurridas seis décadas de crisis de los misiles en Cuba. En aquel entonces, Estados Unidos descubrió que los soviéticos habían instalado misiles nucleares a solo 400 kilómetros de Miami.

“La Constitución prohíbe instalaciones de bases militares extranjeras en territorio venezolano”, advirtió ayer Francisco Sucre, presidente de la Comisión de Política Exterior de la Asamblea Nacional, encargado de dirigir la investigación. Así lo especifica el artículo 13 de la Carta Magna vigente, en pleno proceso de redacción de una nueva: “El espacio geográfico venezolano es una zona de paz. No se podrán establecer en él bases militares extranjeras o instalaciones que tengan de alguna manera propósitos militares, por parte de ninguna potencia o coalición de potencias”.

“Estamos constatando la veracidad de la información”, añadió el diputado. La Orchila es una isla paradisíaca a la que solo tiene acceso la familia presidencial y sus amigos, por la que han pasado invitados internacionales. En ella permaneció preso Hugo Chávez varias horas durante el golpe de Estado fallido de 2002.

Ya sea un globo sonda o una especulación informativa, sin confirmar oficialmente en Caracas, sucede cuando Nicolás Maduro extremó sus llamados militaristas en los últimos días. El lunes volvió a pedir a milicianos revolucionarios y a militares a defender el país ante las supuestas amenazas de Estados Unidos, Colombia y Brasil. “Puede ser que una fuerza invasora imperialista entre en algún lugar de la patria. Pero no van a salir vivos de aquí porque el pueblo los irá a buscar. ¡Así lo alerto! La ofensiva debe ser preparada para ir al corazón del enemigo que ose tocar la tierra venezolana, arrancarle el corazón al enemigo en su propio territorio. ¡Inshallah, inshallah! [si Dios quiere, en árabe]”, clamó el presidente.

Diosdado Cabello, número dos del chavismo, insistió ayer en señalar al “imperialismo norteamericano” como el gran enemigo de la revolución, pero no confirmó la instalación de la base rusa. “¡Ojalá fuera verdad! No una, sino dos, cuatro, ¡diez! Ellos, que tienen 800 bases en el mundo, se alarman porque aterrizaron tres aviones rusos en una visita de cortesía”, dijo ayer el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente.

“Instalar una base militar requiere mucha plata y eso es algo que no se hace de un día para otro. Hay interés de ambas partes, pero más deseo que dinero”, indicó a LA NACION Rocío San Miguel, presidenta de la organización civil Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional. “También hay una distancia enorme entre la crisis de los misiles de Cuba y lo que pudiera terminar siendo una realidad con la presencia rusa en Venezuela”, añadió San Miguel.

No transcurrió una semana de la presencia de los famosos “cisnes blancos” de la aviación rusa cuando expertos militares cercanos al gobierno de Moscú, como Shamil Garayev, airearon que desean incluir a Venezuela en misiones aéreas de gran alcance. En el portal Aporrea, perteneciente al chavismo crítico, se vinculó esta noticia con la decisión estadounidense de retirarse del Tratado de las Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF).

“Con la visita de los bombarderos se pretendía enviar un mensaje a Estados Unidos: tengo la llave y puedo entrar. Especialmente con un mandatario que dentro de pocos días tendrá la necesidad de legitimarse con países poderosos como yo [Rusia]”, concluyó San Miguel. La revolución prepara la jura presidencial de Maduro para el 10 de enero a sabiendas de que no será reconocida por buena parte de los países de la región, Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea (UE).

“Los rusos se especializan en fake news. Por demás, guerra avisada no mata soldado. Difícilmente se materializará una base rusa en La Orchila. Calma y cordura”, planteó el historiador Antonio Herrera-Vaillant.

En Estados Unidos cundió cierta alarma la semana pasada, durante la exhibición militar de los Tupolev-160 en Venezuela. “En general hay preocupación, pero tampoco ven a los rusos muy convencidos de darle ese tipo de apoyo a Maduro”, analizó el internacionalista Mariano de Alba, desde Washington.

Fuente: Yahoo noticias