Yucatán, después del sobresalto de las ejecuciones, el sistema de seguridad del estado ha funcionado eficiente y eficazmente. Yucatán vive con tranquilidad sin que el tema de la inseguridad tenga una mayor importancia y relevancia en los ánimos de los yucatecos. Los retenes han logrado crear un auténtico cerco contra la delincuencia, y por efectos colaterales, una disminución de accidentes de tránsito por gente imprudente en estado inconveniente para manejar.
Quien vive en Yucatán está consciente de lo anterior, y aunque a veces no nos gusta que la autoridad nos revise en un retén policiaco, al final lo reconocemos y valoramos en una justa medida. No todos contamos con la condición del fuero que fue creada para proteger al político de una persecusión política, lo que no es este caso, y no para darle la impunidad para saltarse las normas jurídicas y de seguridad que la sociedad junto con autoridades implementa por considerarlas necesarias para el fomento de la armonía social.
En conclusión: (1) Yucatán reconoce el trabajo de las autoridades policiacas que hoy se implementa para garantizarnos la seguridad pública, (2) nadie, por ningún motivo, debe estar exento de la aplicación de las normas, (3) en el caso específico de Santiago Creel Miranda, no hubo mayor obstáculo para que continuará con el proselitismo ni se le retuvo mayor tiempo que a su "investidura" y más como ciudadano tiene derecho… y por último (4) no se les olvide que quien ha creado una mayor clima de confrontación ha sido el compromiso del presidente Felipe Calderón en su lucha contra el crimen organizado.