Según el calendario de estos días, la SEP apenas dio a conocer el día de ayer las estrategias para el retorno seguro de las escuelas y hoy apenas está siendo dada a conocer a los directores, cuando el presidente López Obrador boicotea una de las medidas que ya se había dado a conocer hace varios días y viene integrada en el documento y lo que se propagando a la comunidad: la famosa carta que la SEP estará pidiendo para la corresponsabilidad y compromisos ante el regreso a clases.
El presidente, en su mañanera, afirmó que caso que la carta fue una “decisión de abajo” y abundó de forma contundente “Ustedes creen que yo tuve que ver con la carta, ¡No! Si me hubieran consultado de la carta hubiera dicho que no. Tenemos que limpiar al gobierno de estas concepciones autoritarias.”.
Interesante y grave revelación que evidencia que no todo se ha consultado. Es más, hasta parece molesto porque las autoridades educativas no le han informado o puesto a su consideración la estrategia y evidenciado en la decisión el autoritarismo que no corresponde a la Cuarta Transformación.
Sin embargo, en días en que se difunde los lineamientos y líneas de acción de la estrategia y se espera su implementación por los maestros que deberán recibir a los niños y adolescentes en las instituciones educativas, lo manifestado hoy por el presidente siembre la duda y la incertidumbre entre toda la comunidad educativa y en padres que familia de a quién de hacemos caso.
Un gran coscorrón a su secretaría de educación pública, la maestra Delfina Gómez, que como máxima autoridad educativa, en sus manos tuvo que pasar la autorización de una carta autoritaria evidencia su incompetencia ante este importante momento en que se puede poner en riesgo la vida de maestros y alumnos.
¿Qué más de forma autoritaria nos impone la secretaría que no va acorde a los que el presidente establece como principios rectores de su política de la Cuarta Transformación?
No creo que el presidente no se percate de que ha puesto en un predicamento que muy seguramente enfrentará a los maestros con los padres cuando estos últimos hagan valer lo dicho por el presidente cuando se les solicite la firma de dicho documento.
Se puede concluir que las medidas de la SEP no están debidamente socializadas en la estructura del gobierno y validadas por la presidencia, por lo cual, confirma el carácter improvisado de una estrategia que no abona a la mitigación de la propagación de virus.
Dentro de unos días, toda la comunidad educativa compuesta por directivos, personal administrativo y de intendencia, así como maestros, alumnos y padres estarán interactuando si saber quién está o no enfermo de manera asintomática. Por lo cual será muy esperado que, en esta plena tercera ola de infección, la situación esperamos no empeore. Pero no hay garantía.
Y hoy el presidente ha sembrado más la duda de que las acciones para el retorno seguro no están debidamente revisadas y autorizadas, no solo a la luz de la ciencia sino también en el autoritarismo que la propia Cuarta Transformación quiere desterrar en México.
Boletín de prensa
