México, 22 May (Notimex).- El consumo excesivo de vitamina A podría provocar daños a la salud como pérdida de cabello, labios agrietados, piel reseca, dolor de huesos y articulaciones, dolores de cabeza intensos y aumento de la presión endocraneal, de acuerdo con Larry E. Johnson, especialista de la Universidad para Ciencias Médicas de Arkansas.
Se considera un exceso cuando una persona toma diariamente dosis que son 10 veces mayores que la cantidad diaria recomendada, que son 700 microgramos para las mujeres, 900 microgramos para los hombres, 770 microgramos para mujeres embarazadas y alrededor de mil 200 microgramos para mujeres lactantes.
Si una mujer toma isotretinoína durante el embarazo, que es un derivado de la vitamina A, utilizado para tratar el acné grave, su hijo puede presentar defectos congénitos.
Además, la piel se vuelve de un tono amarillento, sobre todo en las palmas de las manos y en las plantas de los pies, por las grandes cantidades de carotenoides, que son los responsables de convertir dicha vitamina en el organismo.
De hecho, una dosis pequeña basta para causar toxicidad en los lactantes, a veces en solo unas semanas. En los niños, una dosis muy alta ingerida de forma accidental, puede causar una intoxicación que se desarrolla con rapidez.
De acuerdo con Johnson, cuando esta vitamina es aprovechada a través de los alimentos, no se produce un exceso, pero cuando las personas toman suplementos de dosis altas de betacaroteno, el cual provee aproximadamente el 50 por ciento de la vitamina A, incluso puede aumentar el riesgo de cáncer.
Algunos síntomas incluyen: dolor de cabeza, erupción cutánea, el cabello se siente áspero y se cae con facilidad; incluso se pueden caer las cejas, los labios tienen una apariencia agrietada, la piel está seca y rugosa, con menor frecuencia, los pacientes presentan dolores de cabeza intensos y debilidad en general.
Según el especialista, también es frecuente que haya dolor en los huesos y en las articulaciones, sobre todo en los niños y en los adultos mayores, por lo que se producen fracturas con más facilidad.
En algunas personas causa somnolencia, irritabilidad, náuseas y vómitos en cuestión de horas, seguidos, en ocasiones, de una descamación en la piel. Además, la presión endocraneal aumenta, causando coma e incluso la muerte.
El diagnóstico se basa en la presencia de los síntomas y se comprueba a través de análisis de sangre. El tratamiento consiste en regular los niveles de esta vitamina en el organismo y se puede hacer mediante una dieta específica o suspendiendo el consumo de los suplementos.
