Así no Sahuí… eso es inmoral.

Así no Mauricio…

I.- No era así la jugada “compaye”, porque de entrada el mostrarte con el “señor de las ligas” no es lo más honorable que se diga, sino todo lo contrario. El hombre representa aquello que el mismo AMLO detesta. De hecho, nunca más se les volvió a ver juntos después de los famosos videos de Carlos Ahumada, donde se metía los fajos de billetes en los bolsillos, incluyendo las ligas. Brozo se dio un agasajo ese día y los mexicanos nos quedamos pasmados de la sorpresa.

II.- ¿Qué fue lo que te motivó para irte del PRI por la puerta trasera?, ¿qué te hizo el PRI para que lo trates con tanto desprecio y descortesía?. Que recordemos, el partido te lo dio todo, hasta el nombre (que en política es algo honorable). Fuiste presidente estatal, diputado federal, diputado local, funcionario del estado y hasta candidato a gobernador. Cierto, perdiste, pero no fue por culpa del PRI, sino por tu propia culpa. Y ya que vamos entrando en esta etapa de tu vida y de nuestra vida política, vamos viendo cómo fueron las cosas.

III.- Como candidato a gobernador vendiste tu voluntad. Aceptaste ser títere del gobernador y te prestaste a la farsa. El día del mitin del cierre de campaña en X’ makuil, como dice Eloy Quiróz, estabas molesto porque sabías lo que te iba a pasar, sabías que te iban a hacer perder. Y en vez de defender la voluntad de quienes confiaron en ti, te prestaste para que se ejecutara la entrega del poder. ¿Qué ganaste con eso Sahuí?.

IV.- El propio Alfaro confesó que estaba listo para presentar diversas impugnaciones, pero la orden de palacio fue no presentarlas. ¿¡Qué hiciste Mauricio!?. Jamás podré olvidar nuestra conversación el día de la asamblea nacional cuando eligieron a René Juárez Cisnéros como presidente nacional del PRI. Ese día por la mañana me llamaste, y me dijiste que habías leído mi editorial en el que yo exponía que el candidato a la alcaldía, Víctor Caballero no te permitía hacer campaña en Mérida. Lo negaste, dijiste que era una “estrategia de campaña”, acordada con el gobernador Rolando Zapata y el propio Caballero.

V.- Recordarás que te dije “compaye, ya no sigas, sabes perfectamente que a mí no me puedes decir esas cosas, mira, escucha bien lo que te voy a decir, pero te van a entregar, te van a hacer perder, lo están haciendo desde las bases, ni una manta tuya dejan colocar en las casas de los militantes, Víctor te ha prohibido entrar a la Ciudad Capital”. Me acuerdo que prometiste que una vez que ganaras la gubernatura, todo iba a cambiar y me pediste que tuviera confianza en ti. Yo te respondí que te deseaba todo el éxito posible, pero que estaba convencido que perderías la elección.

VI.- Volvimos a tener una conversación, igual de intensa y recuerdo que con enjundia me dijiste que “ibas a ganar” y hasta dijiste que yo estaría contigo. Recuerdo que un día después le pregunté a Chucho a qué te referías y él solo se sonrió diciendo que en campaña se dicen muchas cosas. Yo nunca te mentí, te advertí de lo que te estaban haciendo y volví a decirte que ibas a perder. Finalmente no me equivoqué en nada.

VII. – Perdiste la elección más importante de tu vida Mauricio. Tenías todo para ser gobernador de Yucatán, pero dejaste que te entregaran. Y tú pusiste de tu parte. Durante la campaña te dejaste llevar por la juerga. Muchos fueron los eventos en los que no te presentaste, simplemente no llegaste, porque estabas de “fiesta” celebrando anticipadamente que serías gobernador. Tus aduladores te llenaban los oídos de elogios y alabanzas, y no alcanzaste a ver que te estaban “tendiendo la camita”. Cuando te diste cuenta ya no pudiste ni protestar.

VIII.- No fuiste capaz de enfrentarte al gobernador y decirle que no estabas de acuerdo con que te entregara. Él te eligió para perder. Eras el Orlando Paredes del momento. No puedes pretender que el priísmo pase por alto este episodio vergonzoso de la democracia, no puedes pretender que la sociedad olvide que eres un político sin valores, un político sin congruencia, un político sin consciencia, un político sin gratitud. ¡Mira que darle la espalda al PRI cuando más te necesita!. Gracias a los cargos que te dio el PRI, has podido amasar una fortuna y un valioso patrimonio familiar.

IX.- Hay un sello que no has perdido desde el 2018: la torpeza. Salir a cuadro con “Pumba” Torres afirmando ser “siempre revolucionarios”, fue patético; pero salir con el señor de las ligas fue vergonzoso. No se trata de una simple decisión, sino de la esencia de dicha decisión. Y es que, entiendo que desees ser gobernador de Yucatán, pero no te muestres desesperado. Ahora, no solo te ves así, sino que además de te ves oportunista, gandalla, arribista y chapulín.

X.- Mauricio debiste haber renunciado como rige la moral en la política. Si vas a ingresar a las filas del López Obradorismo, no puedes portarte como un “inmoral”. Lo correcto era presentar una renuncia ante el Consejo Político Estatal y darle las gracias públicamente a todo el priísmo por haberte apoyado. No sé qué pasa por tu mente, no creo que estés pensando que puedes “piratear” a los priístas y llevártelos a Morena a escondidas, como hacen los bandidos. Si eso estás pensando, eso es “inmoral”. Dicen que Rolando te lleva a Morena, que porque allí está su ahijada, su avanzada: Verónica Camino. Pudiera ser, creo que tienes derecho a tomar el camino que quieras, y también creo que al mismo tiempo tienes el deber de hablarnos claro. Pero no sé si tengas el valor, porque lo poco que te conozco me dice que te gusta esconderte para no dar la cara. En fin, hoy como ayer, te vuelvo a decir lo que pienso, “estoy seguro que has tomado un mal camino, llegas a un partido a violentar la paz interna y tus deseos de gobernar se pueden volver a frustrar, claro que puedes intentarlo, aunque sea una inmoralidad”. Suerte.

La neta del planeta.- Pobre PRI, así le pagan los que se sirvieron de él a manos llenas. Aún recuerdo a Mauricio entrar a la Casa del Pueblo como presidente del PRI por ungimiento de la gobernadora Ivonne Ortega. El “chaparro” – así le decían -, estaba feliz, contento, realmente jubiloso. ¡Quién lo iba a decir que unos años después lo abandonaría, dándole la espalda y despreciando sus colores, sus principios y sus valores!. Qué horror.

Ya lo dijo el líder de la 4T, el presidente AMLO, “no hay que buscar el cargo por el cargo, sino el encargo; servir al pueblo, no servirse del pueblo. Hay de aquel aspiracionista, individualista y egoísta”.