No hay punto de comparación entre Beatriz y sus antecesores. Todos han sido diferentes, pero el punto de referencia es Ana Rosa Payán Cervera. Se recuerdan las obras realizadas en el segundo trienio de la política yucateca cuando construyó avenidas y calles lindas en el sur de la Ciudad, por el rumbo del Penal de Mérida.
Allí, Ana Rosa mostró su verdadero talento, mostró que la derecha tambien tiene su lado social.
Beatriz por su lado ha generado frialdad en su contra. Los candidatos a diputados le hacen el feo, incluso han tomado otros lemas de campaña. Las bardas con lemas diferentes al “luchemos por más” empiezan a mostrarse en toda la Ciudad.
El presidente del Comité Directivo Municipal de Mérida no se ha mostrado públicamente con ella. Rodolfo González Crespo ha trazado su distancia, y ella, no lo quiere, lo desea lejos de su camino.
Y César Bojorquez… más lejos aún de las campañas, del PAN y de Beatriz Zavala. No opera, no ayuda, no se suma al proyecto de Beatriz. Y es que, en el PAN quisieran que el alcalde diera la batalla, pero nada, está inmóvil, inerte, pasivo.
Todo esto parece injusto para Beatriz Zavala porque tiene un palmarés muy bueno.
Sus correligionarios le acusan de ser la división dentro del PAN. Los dardos envenenados de Julio Garrido Rojas ex colaborador suyo, y diputado panista
actualmente, hacen mella de forma por demás destructiva.
Las cosas están graves, y creo que Beatriz no se merecía un final así. La campaña ya terminó, y no parece haber más esperanza que el 2012.
Seguro sería mucho talento desperdiciado de Beatriz si se alejara de la política. Vamos a ver…
