De verdad que cuando escuché al candidato de las “izquierdas” en Yucatán Eric Villanueva Mukul acusar a los medios de estar vendidos y de calificarlos de “chayotes”, en lo primero que pensé fue, que el hombre estaba cometiendo un grave exabrupto que le generaría un gran problema con los medios. Y no me equivoqué. El hecho sucedió en el arranque de la campaña del perredista en torno a un desayuno con los medios que de inmediato, una vez que terminó de hablar, le cuestionaron diversos aspectos de su campaña, en especial del pleitazo con la dirigencia estatal del PRD.
El hombre no aguantó los cuestionamientos y arremetió contra los medios allí presentes. El hecho pasó, y jamás llegó una disculpa de parte del político impuesto por la cùpula del PRD nacional como candidato a gobernador.
Luego arribó a Yucatán el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador y cuando sintió el cuestionamiento de los medios locales por haber incluido a Manuel Bartlett como candidato al Senado por el PRD, nos acusó de estar vendidos. O sea, como dijera Eric Villanueva, somos “chayotes”. AMLO no ha dejado de decir que los medios quieren imponer a Peña Nieto en la presidencia, en especial Televisa. Y Peña Nieto le respondió que si así fuera que las televisoras ponen presidente, él lo hubiera sido en el 2006.
Menudo favor le hace a su campaña el “peje”, que venga a nuestra casa a llamarnos vendidos. Pero bueno.
En las redes sociales en especial facebook y en el twitter, los seguidores de Josefina Vázquez Mota o de cualquier candidato del PAN, son muy agresivos en cuanto detectan alguna crítica o cuestionamiento que se les hace (el clásico argumento “eres un vendido, o lamebotas, entre lo más sutil que te sueltan).
El factor común es la agresividad en cuanto detectan a un medio que revela información o análisis que les daña electoralmente o los evidencia ante sus seguidores. Es una actitud negativa que empaña la democracia.
Lo más reciente y sorprendente fue la reaccion de Ana Rosa Payán Cervera, ex alcaldesa de Mérida y hoy flamante coordinadora de Huacho Díaz Mena quien luego de haber terminado el programa de tercer grado de Televisa transmitido la noche del día 9 de mayo del presente año (2012), enojada por lo mal que le fue a su amiga, la candidata Josefina Vázquez Mota ante los periodistas Denise Maerker, Adela Micha, López Doriga, Ciro Gómez Leyva, Mario Marín, Víctor Trujillo y Carlos Lóret de Mola, los califico de #chayotes. O sea vendidos, aquí sus tweets:
“@anarosapayan: @JosefinaVM Lo q no mata fortalece. Felicidades x tus respuestas en @TercerGrado. #chayotes”//ana rosa no seas agresiva!!
RT @anarosapayan: Quiero ver a los arrastrados de @televisa cuando vaya EPN a @TercerGrado #chayotes > le van a lamer las botas..
Es claro que el insulto a los medios es una reacción de impotencia y dolor ante los cuestionamientos. Está demás decir que los periodistas no mintieron pero eso sí, cuestionaron a la candidata presidencial.
Pero uno se pregunta, ¿por qué la agresión?. Cuando un político quiere agenciarse el favor de los medios, recurren a organizar convivios que van desde desayunos, hasta fiestas, por ejemplo en Navidad; recuerdo que Ana Rosa los hacía con frecuencia cuando fue alcaldesa y posteriormente aspirante a la candidatura a la gubernatura. Entonces llegó a la conclusión quien es “chayote”?, los políticos que se quieren “colgar” de los medios o los medios que se cuelgan de los políticos?.
Es obvio que hay doble moral, y mucha irresponsabilidad. Ya vimos que tanto a izquierdosos como a los derechosos, les irrita, les molesta, les encabrita y los exaspera no recibir el “favor” de un comunicador
Si el medio o el periodista los critica, entonces son calificados como “chayotes”, vulgares mercenarios. Pero si el medio los alaba o los trata con “favor”, entonces son responsables, objetivos y honestos.
Pobres políticos, cada día pierdan el sentido de lo que en realidad es la democracia. Pierden la cabeza y se ven como en realidad son: antidemócratas y falsos cuando quedan en evidencia sus carencias, sus debilidades y sus atrocidades.
En fin, reitero: pobres …
