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CIDH lamenta el cese de ONG nicaragüense que defiende la libertad de prensa

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Managua, 6 feb (EFE).- La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó este sábado su preocupación por el cese de operaciones de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, dedicada a defender la libertad de expresión, el acceso a la información pública, y la existencia de un periodismo libre e independiente.

También por el cierre del capítulo Nicaragua de la organización de escritores PEN Internacional, presidida por la escritora Gioconda Belli.

“La @RELE_CIDH recibió con preocupación el anuncio de suspensión de operaciones de @fundvioleta y @PENnicaragua, como consecuencia de la #LeyAgentesExtranjeros, así como el tercer asalto oficial a la residencia” del director de la nicaragüense Radio Darío, Aníbal Toruño, en lo que va de 2021, indicó ese ente en un tuit.

Asimismo, la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la CIDH reiteró “su reproche” a la Ley Reguladora de Agentes Extranjeros “por ser contraria a los estándares interamericanos” y la considera un “instrumento abusivo para destruir el tejido social incluyendo medios de comunicación independientes y organizaciones de la sociedad civil”.

HACE UN LLAMADO A LA COMUNIDAD INTERNACIONAL

Por tanto, hizo un llamado a la comunidad internacional “para aumentar los esfuerzos de acompañamiento a la sociedad civil en Nicaragua”.

La Fundación Violeta Barrios de Chamorro, que lleva el nombre de la presidenta que gobernó Nicaragua de 1990 a 1997, anunció en la víspera el cierre de operaciones como consecuencia de la polémica ley que sanciona a quienes reciben financiación y donaciones del exterior.

Esa controvertida ley fue aprobada el 15 de octubre pasado por la mayoría sandinista que controla la Asamblea Nacional (Parlamento).

Conocida en Nicaragua como “Ley Putin” por los opositores, establece multas, sanciones, y autoriza a solicitar la intervención de bienes y activos, así como la cancelación de la personalidad jurídica a las ONG si intervienen en “cuestiones, actividades o temas de política interna”, un concepto que la legislación dejó abierta a la interpretación de las autoridades.

Asimismo, clasifica como “agente extranjero” a las personas naturales o jurídicas nicaragüenses o de otra nacionalidad “que respondiendo a intereses y obteniendo financiamiento externo utilicen esos recursos para realizar actividades que deriven en injerencia de Gobiernos, organizaciones o personas naturales extranjeras en los asuntos internos y externos de Nicaragua”, según el texto.

Además de la fundación, han cerrado operaciones por la ley de agentes extranjeros la ONG sueca We Effect, que apoyaba a campesinos pobres desde hace 35 años, y el capítulo Nicaragua de la organización de escritores PEN Internacional, presidida por la escritora Gioconda Belli.

En tanto, la organización Ética y Transparencia, capítulo en Nicaragua de Transparencia Internacional y dedicado a la observación electoral, no aceptará ayuda internacional, para no verse afectada por esa polémica ley.