Inicio Noticias Internacional Cometieron un error, pero se hicieron millonarios

Cometieron un error, pero se hicieron millonarios

1281

Errar es de humanos. Más aún es reconocerlo, sobre todo si esto viene acompañado de un gran premio de lotería.

Se equivoca de botón y gana la lotería

Era febrero de 2017, y la lotería Powerball ofrecía un Premio Mayor que no pasaba desapercibido para nadie. La mayor demanda de boletos provocó que los vendedores de lotería tuvieran que trabajar sin descanso. Un día, un cliente acudió a un puesto de lotería para jugar al Powerball, ya que la ocasión lo merecía. Sin embargo, el empleado se equivocó de botón, y pulsó el nombre de la lotería Cash 4 life. Una vez generado el boleto, el cliente no quiso comprarlo, y solicitó uno nuevo de Powerball, a lo que el vendedor accedió sin problema luego de pedir disculpas. Más tarde, en lugar de tirar el boleto de Cash 4 life a la basura, el empleado decidió pagar lo correspondiente y quedarse con él. Al poco tiempo, se enteró que sus números eran merecedores de 7 millones de dólares.

Empleado entiende mal y cliente gana el premio

En otra ocasión, hubo un jugador que pidió un boleto de Powerball y otro de Mega Millions, pero el vendedor entendió dos boletos de cada lotería. Esta vez, al cliente no le importó el error, y aceptó pagar por los cuatro boletos. Esa fue la mejor decisión que pudo tomar pues, justo en el segundo boleto de Powerball que salió de la máquina, aparecieron los números ganadores que le hicieron llevarse un premio de 50.000 dólares. “Utilizaremos parte del premio para ayudar a un hospital para niños… ya que hacen un gran trabajo y les estamos muy agradecidos”, confesaron el ganador y su esposa.

Olvidarse las lentes mereció la pena

En Connecticut, un hombre de entrada edad eligió una máquina para elegir sus números del Powerball, demostrando que la lotería no entiende de edad. Aunque olvidó sus lentes en casa, pudo manejarse para seleccionar la combinación deseada, si bien compró más boletos de los deseados. Según pudo saberse después, el hombre pagó 30 dólares, cuando solo quería gastarse 20. Los 10 dólares que pagó de más no le causaron ningún dolor de cabeza, ya que le hicieron merecedor de un premio de 30.000 dólares.

Sin duda, errores como los anteriores son siempre bienvenidos.