Ser no es lo mismo que parecer.
La personalidad se integra de numerosos factores los cuales se van forjando a través de un período de vida; madurez es aquella etapa mediante la cual, con una buena base, se alcanza el máximo potencial de la capacidad humana.
Congruencia es aplicar cómo hábito práctico de valor agregado, todos nuestros posicionamientos ideológicos. No hacerlo, implica traicionar beligerantemente, todos nuestros principios personales.
El sentido común, como factor clave en la toma de decisiones, nos refleja parcialmente, quienes somos, de donde provenimos y hacia dónde vamos. Establecer un proyecto requiere visión, compromiso, responsabilidad y fiscalización.
En la política, como juego de poder, estamos inmersos a la concesión, al diálogo y a la negociación en la búsqueda de espacios, como una manera de tener la oportunidad de servir efectivamente a una comunidad.
La justicia, en la política, muchas veces es un concepto ambiguo, que se pierde a la distancia y en la desmemoria.
“Una sociedad tiene el gobierno que se merece”, es una idea que nos invita a la reflexión, especialmente en una etapa, en donde el ciudadano, busca retomar la confianza con sus autoridades, establecer una alianza de calidad traducida en mejores servicios, más empleo y menor corrupción, entre otras.
Yucatán, tiene y ha tenido durante los últimos 5 años, la dirección de una persona – en Rolando Zapata Bello – congruente con sus principios ideológicos, afín a una forma de trabajar con orden y seguridad y leal con el partido político, así como la base social que lo impulsó a estar al frente a un gran estado.
Leer su dossier biográfico es constatar la historia de un yucateco que empezó desde los cimientos, desde la fundación de las estructuras, y en donde, la preparación académica también tuvo un papel preponderante.
Interesante también conocer que en su resumen de vida, él nos deja ver que aún cuando no obtiene la victoria, no se avergüenza de ello, al contrario, son como aquellas heridas de guerra, que nos hacen levantarnos y seguir en la batalla.
A veces las caídas suelen darnos ese panorama, esa visión y la experiencia que antes no teníamos, de nosotros dependerá el levantarnos o no, pero en esto, también implica una fuerte raíz familiar, padres, madres y hermanos que nos acompañan, nos abrazan, nos dan ese empujón para salir adelante.
La trayectoria de Rolando Zapata es una de varios escalones, de varias plataformas en las que estoy segura, dio su máximo esfuerzo, así como en el deporte, ya que es un ávido corredor y sabe que para llegar a la meta, necesitamos entrenar y mirar siempre hacia adelante.
El Gobernador sabe y conoce de la gente, de las familias, de los jóvenes que desean superarse a través de la escuela, del yucateco o yucateca que sueñan, que se despiertan con las ganas y el ánimo de salir avante.
Y lo sabe, porque fue y es parte de esa trayectoria; él ya la vivió, ya la conoció. Tiene un sentido de identidad con éstos núcleos sociales y productivos, conoce sus necesidades y el planteamiento del proyecto de Estado se alimenta de la madurez al servicio de los demás.
Política es sinónimo de entrega, de ir más allá de los límites para construir ideas, de no dejar que lo negativo nos avasalle o nos derrote, y Rolando Zapata es un político de altura quien ha sabido conjugar todos los atributos que tenemos como yucatecos.
Faltan pocos meses para que termine su administración y, en muchas ocasiones, la distancia histórica nos da la perspectiva indicada. Quizá a 10, a 20 o a 30 años, recordaremos con atingencia el legado que nos está dejando como Gobernador, pero más que nada, como una persona congruente.
Agradezco nuevamente su lectura y recibo sus comentarios con mucho gusto a [email protected]
