En esta ocasión el nombre del conocido narcotraficante vuelve a ser noticia en virtud de la promesa de Ernesto COrdero, precandidato del PAN a la presidencia, de que en caso de ganar los comicios de julio próximo, él si capturará al delicuente más buscado, Joaquín El Chapo Guzmán.
El modo efectivo, según el precandidato, será la investigación financiera que anticipará la ubicación y los movimiento ilícitos del capo, tal como ha sucedido en la aprehensión de otros.
Alardeó Ernesto Cordero de que el desempeño de la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda son superiores a los de muchos países. Para reforzar su argumentación, mencionó que México es uno de los países líderes en el combate al lavado de dinero, pues ha logrado detener y encarcelar a 24 criminales.
Ahora bien, si la Unidad de Inteligencia Financiera es tan eficaz como afirma Ernesto Cordero valdría la pregunta ¿por qué si había sido ya Secretario de Hacienda y Crédito Público, instancia superior de aquella, no se logró la captura del Chapo?
¿Tiene que ser hasta que Ernesto Cordero sea Presidente para que entonces si, con su orden y la eficiencia de la unidad de Inteligencia Financiera se logré la detención?
Lo que si se puede deducir de lo dicho por Ernesto Cordero, es que parecería que hay fuerzas que no han querido utilizar la eficiencia y eficacia de las instituciones del Estado para recapturar a un delincuente que otros medios han inclusive catalogado como el narcotraficante favorito del regimen panista.
Por lo que se concluye que la declaración y promesa de Ernesto Cordero no deja bien parado ni al Presidente Felipe Calderón ni a su propio equipo ni a él mismo.
