Si analizamos bien la historia y evolución de los derechos humanos nos encontramos con el paso de los primeros derechos ciudadanos, a los económicos y sociales hasta los actuales derechos relacionados con las problemáticas mundiales que surgen de la comunidad internacional y la tecnología y globalización.
De tal manera, que en desde las últimas décadas la importancia del cuidado del medio ambiente se ha convertido en un elemento fundamental en la discusión internacional que construye acuerdos y tratados internacionales. La ONU en el análisis de los retos de la humanidad para este nuevo milenio que aún se encuentra iniciando ha establecido una serie de retos u objetivos para lograr un desarrollo sustentable que permita la conservación de los recursos naturales que garanticen la supervivencia de la especie humana.
Entiéndase desarrollo sustentable desde una perspectiva de gobierno el establecimiento de las políticas públicas orientadas a un uso más racional de los recursos naturales que no pongan en peligro el aprovechamiento de éstos por las generaciones futuras.
Los recursos naturales están conformados por la diversidad del ecosistema integrada por la flora y por los animales del planeta que en conjunto constituyen un sistema de vida que permite la proliferación y consolidación de la vida humana. Al final, los humanos solo conocemos un planeta para vivir y en la medida que no lo cuidemos corremos el riesgo de poner en peligro nuestra propia subsistencia.
Hace algunos años se logró un avance con la protección de los animales el prohibir su explotación con fines recreativos en los espectáculos y circos. Un tema que fue controversial pero que también se entendió como parte de un compromiso ambiental y en favor de la naturaleza.
Ahora surge una iniciativa legal propuesta por el partido de Morena para ir para atrás de ese avance legislativo y regresar con ello la presencia de animales en circos.
¿Por qué vamos hacia atrás en la lucha por la defensa de la naturaleza?
La prohibición de animales en circos no solo cumple con un compromiso ecológico, sino también, evita que los niños tengan una percepción contraria a natura de la esencia de los animales. Aunque muchos hemos en nuestra infancia disfrutado de las exhibiciones de aquéllos, en la madurez y conciencia no se descarta la violencia y la sobreexplotación que es parte inherente del espectáculo de animales.
Necesitamos reforzar lo que somos y lo que podemos hacer en favor del planeta, el manejo de sus recursos y la protección de la vida de los seres vivos que confluyen, junto con los humanos, la experiencia de vivir en este planeta.
Los animales, son parte fundamental del planeta. Aunque no pueden per se defenderse a sí mismos en el respeto de sus derechos, es prioritario que consideremos los humanos que sí tenemos una obligación moral, ética y ecológica de su protección.
Hoy los circos se han transformado y dan impulso al talento humano. No han desaparecido como se suponía era los temores cuando se discutía la aplicación de la prohibición.
Luego entonces ¿hay necesidad de retroceder en la protección de animales y de la vida en el planeta?
¿Acaso la defensa de la progresividad de los derechos humanos no es una bandera del Movimiento de Regeneración Nacional?
