No hay duda de que el último siglo del milenio pasado fue la era del automóvil. Con la invención de este artefacto y su posterior desarrollo en la infinidad de tipos de tracción motora la civilización dio saltos significativos en la evolución tecnológica y cambio de ámbitos de vida. El automóvil acercó ciudades y se fomento una movilidad que generó una mayor interacción social que, al mismo tiempo, ocasionó oportunidades de mejoramiento económico. Mayor rapidez y eficiencia que desplazó la fuerza animal y humana. Todo un cambio significativo que movió al mundo entero.

¿Cuál es la invención que está cambiando hoy al mundo, en el aún inicio de este nuevo milenio?

Sin temor a equivocarnos, los drones que no son solo una moda pasajera, sino una innovación que está cambiando muchos procesos de interacción y de administración de fuerza, movilidad y productividad, hasta de entrenamiento. Ejemplo de lo último lo percibimos en la inauguración de los Juegos Olímpicos Tokio 2020 hace algunos días, cuando nos sorprendieron los nipones con un espectáculo tecnológico y sensitivo muy emotivo al utilizar más de mil drones para mostrar al planeta tierra en suspensión sobre el estadio nacional, mientras se dejaba escuchar la canción Image de John Lennon.

Hoy los drones están inmersos en nuestra vida cotidiana. Tanto en aspectos positivos como negativos.

¿En dónde se usan ahora los drones?

En el campo o la agricultura hay drones que se ajustan para realizar tareas, por ejemplo, en la fumigación de los cultivos, de forma mucho más segura, eficaz y sin contaminación lo que permite la obtención de cosechas más saludables para los individuos.

Inclusive se usan para la exploración de terrenos que permiten valorar la productividad e identificar los recursos naturales que pueden ser aprovechados para el cultivo, la creación de infraestructura como caminos o carreteras, así como construcciones de vivienda o edificaciones.

Se pueden usar en espacios abiertos para la búsqueda de personas en caso de extravíos en zonas naturales abiertas. Lo que aumenta el área de acción cuando el tiempo puede ser un factor para salvar a alguna persona desaparecida o en peligro.

Pero también en las ciudades urbanas los drones encuentran espacios para su inclusión y desarrollo. Hay empresas de entrega que ya ven potencial el uso de estos artefactos para mejorar la entrega de paquetes o correspondencia. Mucho más económico ya que se elimina las nóminas de sueldo de quienes, muchas veces de forma insegura en las calles, se han dedicado a la entrega de aquéllos.

Algunos han sugerido que podría ser posible el uso de los principios y tecnología de los drones para crear artefactos que faciliten la movilidad de personas en las grandes ciudades. Una tecnología que se encuentra en desarrollo ante avances significativos.

No hay duda de que los drones cada vez ocupan más espacios en nuestras vidas. Una tecnología que es barata, en comparación de otras innovaciones actuales. Lo que lo hace accesible para muchos que ven potencialidad para el uso cotidiano, como lo hacen ya fotógrafos o creadores de vídeo que utilizan drones para mejorar la producción de sus servicios.

Por lo cual, estamos en las condiciones para asegurar, tan solo con estos ejemplos de sus múltiples aplicaciones, lo que se estableció en un principio: los drones son la innovación más importante en este inicio de milenio.