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Educación de calidad, pilar para el fortalecimiento de la sociedad actual

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oscarzuloagaCiudad de Panamá, abril 7 de 2015.- América Latina carece de diagnósticos efectivos para generar políticas públicas en torno a la familia y sus integrantes, lo que ha ocasionado que no hayan sido resueltos graves problemas sociales como el alcoholismo, el embarazo adolescente, las adicciones y violencia juvenil, advirtió el excandidato a la Presidencia de Colombia, Oscar Iván Zuluaga, quien llamó a los Presidentes y Jefes de Estado de América Latina a fortalecer a la familia porque ésta es un factor determinante de la necesaria cohesión social en las naciones.

Llamó “mayorías silenciosas” a todos aquellos sectores de la sociedad que dejan de actuar y se vuelven espectadores de situaciones que  deterioran o lesionan a la familia y sus integrantes, porque consideran que la mayoría de la sociedad por el simple hecho de serlo impedirá que continúen ese tipo de acciones e incluso políticas públicas que van en sentido contrario al bienestar y cuidado de la familia.

En su intervención durante el encuentro Internacional  “La Familia en América Latina. Estabilidad Económica y Retos Demográficos”, que se celebra en esta ciudad, previo al inicio de la VII Cumbre de las Américas,  que reúne a Presidentes y Jefes de Estado de la región, Zuluaga estableció que en la medida en que no sean generadas políticas públicas para el fortalecimiento de la familia basadas en la realidad económica y social, todo esfuerzo no redundará en beneficios de fondo y menos de largo plazo.

La educación juega un papel  fundamental en la atención y solución de muchos de esos problemas que aquejan a la región,  pero las políticas educativas deben partir de las diferencias sociodemográficas entre los diversos segmentos de la población,  insistió.

Citó por ejemplo que la realidad social, económica y política de América latina  se caracteriza, entre otros indicadores, por una marcada desigualdad en la distribución del ingreso que ha generado abismos entre comunidades urbanas y rurales; que exista un trato pésimo hacia la mujer a pesar de que cada vez más las mujeres que se convierten en jefas de familia con lo que representa asumir el compromiso de  generar ingreso, educación y desarrollo para sus hijos; especialmente un crecimiento exponencial de los índices de alcoholismo, abusos sexuales y embarazos adolescentes.

Definitivamente América Latina ha fallado en el fortalecimiento  y protección de la familia porque no se ha ido a la raíz de los problemas, dijo el político colombiano  en su intervención ante representantes y dirigentes de la sociedad civil de países de América Latina y Norteamérica que se reúnen en esta ciudad como parte de los trabajos previos a la reunión de ONG y de la cumbre de las Américas.

Dijo que si se siguen generando políticas públicas que no se basan en un diagnóstico real y actual, los problemas que hoy son de por sí delicados, se agravarán porque ya no habrá algunas ventajas que hoy tiene la región pero que no son eternas, como por ejemplo que sigue siendo una región con población mayoritariamente joven o que hoy cuenta con mayores estándares democráticos y,  de manera especial, que culturalmente el tema de la familia sigua siendo mayoritariamente un factor de cohesión social, sin importar ideologías, tendencias o cambios en las estructuras sociales y económicas.

Insistió en la urgencia de generar diagnósticos sobre la situación social, económica y cultural en los países de la región como un paso previo para la generación de políticas públicas para el fortalecimiento de la familia. Citó en este sentido que hoy en día el  80 por ciento de la población de América Latina  vive en centros urbanos, con lo cual supera por más de 10 puntos porcentuales la urbanización en el mundo.

Dio a conocer también que la población de AL  es de las más jóvenes en el mundo, ya que la edad promedio es de 29 años, contra los 45 de los habitantes de países de Europa y 40 de los de China. Tenemos que tener cuidado, porque ese bono demográfico no es eterno, la población mayor en la región va en crecimiento. La gran riqueza que tiene nuestro Continente es que  es joven, pero en 20 o 30 años envejecerá. En 30 años la edad promedio será de 34 años.

Otro indicador es el de la pobreza. América Latina es un continente que ha avanzado mucho en la reducción de la pobreza en zonas urbanas. En los últimos  20 años paso a niveles de pobreza de 40 a 23 por ciento en zonas urbanas. Sin embargo, explicó, no hemos sido capaces de superar un problema de pobreza en zonas  rurales donde habitan 100 millones de latinoamericanos.

Al respecto mencionó que las cárceles de América Latina están pobladas mayoritariamente de personas jóvenes, como en Colombia donde la mayoría son  menores a los 30 años, lo cual muestra un problema educativo de fondo, porque no es posible seguir  construyendo cárceles para encerrar a toda la población joven, sino lo que se tiene que hacer es mejorar los modelos educativos para  formar ciudadanos serios y responsables.

En el 2013 las mujeres sin ingresos propios representan 30.8 por ciento y en el caso de los hombres el 11 por ciento en promedio. América latina tiene un serio problema en el campo laboral. Somos un continente con un 46 por ciento de informalidad económica es decir de ciudadanos que tienen ingresos precarios,  fruto de una actividad informal, sin certidumbre, sin seguridad social, mencionó.

Por último refirió que en la región de América Latina el 68 por ciento de los hogares son clase vulnerable lo que representa que los gobiernos de la zona no han tenido la capacidad de generar una clase media sólida, salvo Uruguay. En la región como promedio solo el 30 por ciento de los hogares pertenecen a la clase media.

Todos estos datos y muchos más que reflejan carencias,  limitaciones, ciertos avances  en algunos rubros  pero sobre todo oportunidad demográfica y arraigo cultural en torno a la familia, son parte del diagnóstico que se tiene que tomar en cuenta para generar leyes, reglamentos y disposiciones que redunden en el cuidado y fortalecimiento de la familia. Su recomendación fue el no generar leyes que no responden a una realidad social.