Inicio Análisis político Alejandro López Munguía El costo político…

El costo político…

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El costo político…

Entre la clase política gobernante es dado que los políticos aten su destino al de su líder máximo. Lo hacen por interés político, porque buscan mantener intactas sus aspiraciones, aunque sepan que en política, nada está garantizado.

Atar su destino al del líder, tampoco garantiza que en el futuro, las cosas les salgan a “pedir de boca”, pues el futuro, es lo más incierto que existe para un político.

A menudo, el que no asume el costo político queda fuera de toda posibilidad de seguir vigente en la vida pública. Esto también hay que decirlo.

En las últimas horas hemos visto a políticos yucatecos mostrarse dispuestos a asumir el costo político por defender y/o ponderar al Gobernador Mauricio Vila Dosal, quien está viviendo una crisis de credibilidad política que jamás imaginó. Vila propuso un presupuesto 2020 que incluye, incrementos con nuevas cargas tributarias y en el costo de los servicios, así como con el reemplacamiento. Pero durante el año que terminó, la situación se agravó por los despidos injustificados, el manoseo a los jubilados y pensionados, el préstamo por 2,300 millones de pesos para más seguridad, las graves violaciones en el pago de los trabajadores de la educación vía Segey, las propias en la Sria. de Salud, los casos de soberbia de muchos funcionarios, la falta  de respuesta en las denuncias contra la administración de Rolando Zapata por presuntas irregularidaes, por el saqueo de las arcas públicas y por la quiebra financiera del Isstey.

Jorge Caros Ramírez Marín, Senador; Raul Paz Alonzo, Senador, son ejemplos vivos y vigorosos de lo dicho. Ambos se han esforzado por demostrarle al mandatario que están incondicionalmente con él en esta crisis. Lo mismo otros políticos de más bajo calibre.

En el caso del legislador Ramírez Marín, llama la atención que siendo del PRi, o sea, de la oposición, se muestre tan aliado del mandatario. La lógica establece que debería estar sacando raja política. Pero él ha optado por apoyarlo con “toda el alma”.

Con esta postura, el también aspirante a la gubernatura del estado en un futuro, arriesga sus posibilidades, pues va de frente a la ciudadanía, que en su gran mayoría, fustiga a su Gobernador, al que no le concede gracia alguna.

Tal vez Ramírez Marín piensa que mientras tenga el favor de la administración púbica estatal, lo demás es “pan comido”, y que para el 2024, esto se olvidará pues habrá tiempo para hacer que se olvide el mal momento por el que atraviesan. Esa es su apuesta.

Como apuesta, corre el riesgo.

De Raúl Paz Alonzo  es lo más lógico. Siendo del mismo partido del Gobernador y teniendo la consciencia clara de que si el mandatario lo veta, él no tendría posibilidad alguna.

Paz solo no debería excederse en sus declaraciones, pues a irritado a la población y eso, en un momento político será muy peligroso.

“Podrás tener el favor del gobierno, pero si no tienes el de la población, entonces no tienes nada”. Así lo creo. Y la historia no me deja mentir. Orlando Paredes Lara es un ejemplo; otro, es Mauricio Sahui.

Veamos pues cómo se desarrolla la política en la entidad, por de por de pronto, los que asumen el  costo político ya dieron el primer paso.