LONDRES, 19 jul (Reuters) – El “Día de la Libertad” concebido por Boris Johnson, que pone fin a un año de restricciones por de COVID-19 en Inglaterra se veía empañado el lunes por el aumento de infecciones, advertencias de escasez en los supermercados y la cuarentena forzada del propio primer ministro.
La apuesta de Johnson, que confía en que una de las economías más grandes de Europa registre una recuperación meteórica aprovechando el elevado porcentaje de vacunación entre la población, marca un nuevo capítulo en la respuesta mundial al coronavirus.
Si las vacunas resultan efectivas para reducir las enfermedades graves y las muertes incluso pese a los niveles récord de infecciones, la decisión de Johnson podría ofrecer un camino para salir de la peor crisis de salud pública en décadas. De lo contrario, podrían introducirse nuevos confinamientos.
En cualquier caso, el gran día de Johnson se veía empañado por el caos de avisos de autoislamiento en el país. La aplicación del Servicio Nacional de Salud (NHS por sus siglas en inglés) está ordenando a cientos de miles de personas que se aíslen, lo que ha provocado advertencias de que los estantes de los supermercados podrían vaciarse pronto.
“Si no lo hacemos ahora, tenemos que preguntarnos, ¿cuándo lo haremos?”, dijo Johnson pocas horas después de que se viera obligado a abandonar un plan para eludir el requisito de cuarentena de 10 días para él y el ministro de Finanzas, Rishni Sunak.
“Este es el momento adecuado, pero tenemos que hacerlo con cautela. Tenemos que recordar que, lamentablemente, este virus todavía existe”.
Reino Unido tiene el séptimo número más alto de muertes en el mundo, 128.708, y se pronostica que pronto tendrá más infecciones nuevas cada día que en el apogeo de una segunda ola del virus a principios de este año. El domingo hubo 48.161 casos nuevos.
Sin embargo, el país va por delante de sus exsocios europeos en el programa de vacunación. El 87% de la población adulta de Reino Unido ha recibido una dosis de vacunación y más del 68% ha recibido las dos dosis que brindan una protección más completa. Las muertes diarias, actualmente alrededor de 40 por día, son solo una fracción de un pico de más de 1.800 registrado en enero.
¿DÍA DE LA LIBERTAD?
A partir de la medianoche, dejaron de aplicarse las leyes en Inglaterra que exigían el uso de mascarillas en las tiendas y otros entornos interiores, junto con los límites de capacidad en bares y restaurantes, y las reglas que limitan el número de personas que pueden socializar juntas.
Johnson tiene el poder de gestionar las restricciones de COVID-19 para Inglaterra, mientras las administraciones descentralizadas de Escocia, Gales e Irlanda del Norte toman sus propias medidas.
Debido al hecho de que las empresas en Inglaterra se enfrentan a una escasez de trabajadores por los órdenes de cuarentena de la aplicación del NHS, empresas de supermercados advirtieron de que habría tensiones en los suministros.
“Es un problema importante en todas las industrias en este momento”, dijo el CEO de Marks & Spencer, Steve Rowe. “Nuestros casos de COVID se duplican aproximadamente cada semana y el nivel de ‘pings’ (avisos de autoaislamiento) es de aproximadamente tres por cada caso de COVID, por lo que estamos viendo un crecimiento exponencial”.
“Si hay escasez, tendremos que gestionarlo cambiando el horario de las tiendas, reduciendo las horas. Donde la industria sufrirá más es en la cadena de suministro, porque la logística es escasa de todos modos”.
La sociedad británica parece dividida en cuanto a las restricciones: algunos quieren que continúen las reglas estrictas porque temen que el virus siga matando gente y saturando los hospitales, pero otros están fatigados por la imposición de las restricciones más severas en la historia de tiempos de paz.
Johnson fue objeto de polémica domingo, ya que él y el ministro de Finanzas Sunak intentaron eludir la cuarentena (después de que el ministro de salud, Sajid Javid, diera positivo) con un plan especial para ministros de alto rango y representantes públicos. Finalmente, se aislará en su residencia de campo en Chequers.
En el amanecer de Londres, los asistentes a un local nocturno pudieron bailar toda la noche en uno de los primeros eventos de música en vivo sin reglas desde que comenzó la pandemia el año pasado.
“No se me ha permitido bailar durante toda una eternidad”, dijo Georgia Pike, de 31 años, en el Oval Space en Hackney, al este de Londres. “Quiero bailar, quiero escuchar música en vivo, quiero la energía de estar en un concierto, de estar rodeada de otras personas”.
