Inicio Análisis político Libre expresión El fantasma de la casa blanca

El fantasma de la casa blanca

981

Ese
mismo día, el Secretario del Tesoro de Estados Unidos confirmó que el
gobierno comprará acciones de los bancos, sumándose con ello a la
iniciativa británica. Tanto Estados Unidos como el Reino Unido han
indicado que adquirirán acciones preferentes, que son las que reciben
dividendos primero, pero que no tienen derecho a voto.

El
presidente Bush no consideró necesaria su presencia en esa reunión de
los ministros de Finanzas. Se reuniría con ellos el sábado. ¿Dónde
estaba el viernes 10 de octubre? Nada menos que en Miami. Asistía a un
acto de recaudación de fondos para los candidatos republicanos de la
Florida. Con la aprobación de sólo el 24 por ciento de los ciudadanos,
era el jefe de Estado con menos apoyo en toda la historia de Estados
Unidos. Se reunía con empresarios y cabecillas de la escoria cubana de
Miami.

Continuaba allí con su maniática obsesión anticubana al
cabo de su tenebroso período de ocho años al frente del imperio. Ni
siquiera pudo contar con el apoyo de la Fundación Cubano-Americana
creada por Reagan en su cruzada contra Cuba.

Por razones
puramente demagógicas, esta le había solicitado públicamente levantar
con carácter provisional la prohibición de enviar ayuda directa a
familiares y afectados por los dos destructores huracanes que golpearon
a nuestro pueblo. Raúl Martínez, un ex alcalde de Hialeah, rival del
congresista Lincoln Díaz-Balart, había hecho críticas a la actual
política de quien fraudulentamente fue electo Presidente con menos
votos nacionales que su adversario, en virtud del peso de la Florida en
el conteo de votos electorales, cuando en realidad ni siquiera allí
tenía mayoría.

El domingo 12 de octubre la Unión Europea, bajo la
presidencia de Francia, acordó solicitar a Estados Unidos la
organización de una cumbre para “refundar el sistema financiero
internacional”. Así lo declaró el presidente Nicolás Sarkozy, después
de una reunión de los países de la Eurozona en París.

Sarkozy
indicó que Europa debe ahora unirse a Estados Unidos y a otras
potencias para atacar las causas de raíz de la crisis financiera que ha
hundido a los mercados bursátiles.

“Debemos convencer a nuestros
amigos estadounidenses de la necesidad de una cumbre internacional para
refundar el sistema financiero”, señaló Sarkozy, presidente de turno de
la UE. No será un regalo a los bancos, afirmó con énfasis el Presidente
de Francia.

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush,
entra hoy en sus últimos 100 días, ensombrecido por una altísima
impopularidad y una de las crisis económicas más importantes de las
últimas décadas.

Por su parte, el ministro brasileño de Hacienda,
Guido Mantega, criticó hoy al FMI por colocar a los países avanzados
como modelos a seguir, y dijo que en la reforma futura del sistema
financiero no deben primar las normas de esas naciones.

“El mundo
asiste incrédulo mientras la crisis actual revela debilidades y errores
graves en la política de países que eran tenidos como modelos, países
que eran presentados como referencias de buen gobierno”, dijo Mantega
ante el Comité Monetario y Financiero Internacional, principal órgano
directivo del FMI.

Con la economía mundial hecha pedazos, el
Presidente de Estados Unidos, llevado a ese cargo de forma tan
irregular e irresponsable, ha puesto en apuros a todos los aliados de
la OTAN y a Japón, el más desarrollado y rico socio militar, económico
y tecnológico de Estados Unidos en el Pacífico.

Miami es hoy una olla de grillos, y Bush se ha convertido en un fantasma.

Las
bolsas no han caído más porque estaban ya en el piso. Hoy respiraban
felices con las colosales inyecciones de dinero que las volvieron a
inflar artificialmente a costa del futuro. Lo absurdo, sin embargo, no
puede mantenerse. Bretton Woods agoniza. El mundo no volverá a ser el
mismo.

Octubre 13 de 2008