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El PRI de Yucatàn, “el màs dèbil de todos los tiempos”.

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El PRI de Yucatàn, el màs débil de todos los tiempos.

Nadie en el PRI lo admite abiertamente, pero este es el PRI màs débil de todos los tiempos. De ninguna manera puedo estar de acuerdo con Luis Hevia, (ex presidente del PRI por disposición de la entonces gobernadora Ivonne Ortega), que se atrevió a asegurar – palabras màs, menos -, que se siente orgulloso de ser parte del “mejor PRI de todos los tiempos”. Este es el PRI màs débil de todos los tiempos y a los argumentos me remito.

En la reciente gira del líder nacional Alejandro “Alito” Moreno, no estuvo presente ningún directivo de los sectores campesino (CNC) y obrero (CTM); la del sector popular (CNOP) estuvo presente pero como si ni hubiera estado, la marginaron y la excluyeron.

En el recuerdo quedaron los grandes triunfos electorales del 2007, màs atràs del año 1995, bueno, hasta del 2012. En el 2015 empezò todo a derrumbarse, con el sacrificio de Nerio Torres Arcila, entonces candidato a la Alcaldìa de Mèrida.

La actual desbandada de militantes es abundante. La decepción por ver que en el PRI las cosas siguen igual y que no hay visos de cambio es latente y creciente.

La dirigencia estatal encabezada por Francisco “Pumba” Torres, ha sido incapaz de dar lectura correcta a la situación que vive el tricolor. Su dirigencia ha sido señalada de parrandera, irresponsable, y hasta de misógina. Frente a la desbandada de priìstas, el dirigente envió un mensaje “valemadrista”, arguyendo que “se va uno pero regresan 100 o 200”.

Esta dirigencia trabaja en solitario. Sin aliados. Frente a la Pandemia se quedó sin argumentos, la militancia se quedó sin apoyos y el partido perdió la esencia de la justicia social.

Durante la jornada en la visita de Alito Moreno, el PRI no tuvo cobertura de medios. No la abundante que solìa tener. Eso habla del deterioro que de por sì tiene ese partido en su relación con los medios de comunicación.

El enojo por ver como se perfilan los mismos personajes de siempre para las candidaturas raya en lo abismal. La propia militancia està harta de que siempre los mismos se repartan las posiciones. Es una situación burda y nefasta.

Pero la dinámica interna del PRI asì està marcada y nadie la va a poder cambiar. Allì volverán a estar en las boletas gente como Roberto Rodrìguez Asaf, Mauricio Sahui, Felipe Cervera, Francisco “Pumba” Torres, Luis Hevia, etcétera.

Siempre lo mismo y siempre los mismos. Este es un PRI sin carisma, sin espíritu, sin ideología, sin fuerza social, sin militancia activa, sin banderas sociales, sin una razón de existencia pública. Es una organización burocrática que opera bajo reglas del pasado, sin metas reales, sin consciencia, sin inteligencia, sin creatividad, sin gestión social . Es un partido inerte, que carga con un halo de corrupción al que el electorado le hará pagar fuerte por sus graves errores del pasado.

¿Alguièn sabe dònde quedaron los líderes del PRI?, ¿alguièn sabe de alguno?. No me refiero a dirigentes, sino a líderes. Esos que abanderaban las causas sociales y resolvían los problemas de la comunidad.

¿Por què es el PRI màs débil de todos los tiempos?. Porque se palpa, se siente, se percibe.

Aùn queda militancia. Efectivamente. Sin embargo, esa militancia no lucharà en estas elecciones por el partido, sino por ganar elecciones en sus municipios y en sus distritos, por una simple razón, porque no quiere extinguirse.

En el 2021 el PRI conocerà su realidad. Pero fìjese què detalle, podrìa tener una oportunidad de vivir si el PAN como gobierno no es capaz de cristalizar la ventaja política que tiene en estructura, recursos y estrategia. Què curioso, el PRI depende del PAN.

Muchos priistas tienen la opción de jugar con el PAN. Abiertamente. O con otras opciones, porque es su derecho a mantener vivo el espíritu de la democracia participativa. Si los candidatos del PRI no se merecen el voto de los militantes, no lo desperdicien. Tampoco los vendan.

Las elecciones del 2021 son la oportunidad que tiene la militancia del PRI para ayudarlo a reaccionar. O se sacude la porquerìa que lo tiene apañado o se irà debilitando aùn màs de lo que està.