10 años de supuesto cambio, solo han servido para entender mejor que el pueblo ha sido engañado. Porque estos gobiernos, tanto de Fox como de Calderón no han podido demostrarnos a los ciudadanos que hubo la anhelada transición democrática.
En el año 2000 los mexicanos fuimos protagonistas de un gran suceso histórico, parecía que con el cambio de partido en el poder, la nación dejaría atrás prácticas corruptas viciosas y que la impunidad dejaría de proteger a la delincuencia organizada. Y que la economía sería justa con la clase jodida, y la igualdad sería una realidad en el país. Que México sería una nación competitiva a nivel mundial y que la creación del empleo sería el detonante de la economía. Pero nada de eso sucedió ni sucederá rumbo al 2012.
El presidente y su partido, perdieron la brújula ideológica, y en su afán por no permitir la llegada del PRI a los Pinos en el 2012, los ha llevado a “perdonar” a sus peores enemigos: los perredistas.
Felipe Calderón decidió guardar los escrúpulos democráticos en el momento en el que se dio cuenta que el PRI empezó a fortalecer su plataforma de regreso a los Pinos. Y dejó atrás los malos recuerdos que le produjeron los insultos perredistas y la vergüenza de tener que rendir protesta como presidente en el 2006.
Dicen los panistas que todo se vale, que lo importante es que pierda el PRI y no regrese a los Pinos. Tan decididos están que han perdido la vergüenza democrática al tener que sumarse al festejo por el triunfo de un príista en Guerrero, de otro en Oaxaca, de otro en Puebla, de otro en Sinaloa.
El gobierno federal no ha dejado de meterse de lleno en las campañas políticas, la filtración de acusaciones de “testigos protegidos” en contra de candidatos del PRI han sido frecuentes. Golpizas, denostaciones, calumnias, en fin.
Marcelo Ebrard, otro priísta en el fondo, sueña con ser el próximo presidente de México; y le compite a Andrés Manuel López Obrador la candidatura de la izquierda.
Ebrard y Calderón mezclan las ideologías sin ningún escrúpulo.
La partidización está envolviendo a la nación en una dinámica de gran desorden que va de lo político a lo económico, a lo social y le pega durísimo a la seguridad pública. La intromisión del narco en la política es algo que ha ensuciado a la democracia. Y lo peor es que no hay resultados concretos de parte del gobierno de la república.
¿Hacia dónde pretenden dirigir la democracia el PRD y el PAN de Calderón?.
El escremento suele conocerse como la forma que toma, aquello que el cuerpo expulsa como producto de lo malo que no necesita. Y si, lo que resulta de la alianza partidista electoral entre la alianza PRD PAN, es equiparable a ello.
Es por tanto, que estamos ante la ESCREMATIZACIÓN de la democracia en México. Misma que refleja la vileza de grupos de poder que han sido inútiles para darle rumbo al país, pues tienen intereses alejados totalmente del pueblo. Que sigue sin entender lo que le está pasando a la nación.
Y sí, es cierto, la ignorancia sigue siendo caldo de cultivo para grandes perversidades como éstas que están llevando a cabo PAN y PRD en México.
