¿Qué tan cierta es la peligrosidad de los ataques de tiburones?
¿Cuáles son los tipos de tiburones más peligrosos?
Uno de los más temidos depredadores de la naturaleza son los tiburones. Tal vez por la imagen que se popularizó en la década de los 70’s con las cintas fílmicas de tiburón, la percepción de las personas hacia estos animales ha sido terroríficas, aumentando con ello el pavor ante su presencia. Sin embargo, es muy cierto que la situación de ataques de tiburones es peligroso para el ser humano.
De acuerdo con estadísticas, los Estados Unidos, específicamente en la zona cerca de la península de La Florida lidera el número de ataques de este tipo de escualos a seres humanos. En el año 2020 se tuvo conocimiento de 33 casos confirmados que, aunque representa una disminución en comparación a años anteriores, no por ello deja de llamar la atención y sobre todo la peligrosidad de ellos ya que la muerte como resultado de estos encuentros con humanos es mayor.
Los tiburones representan apenas el uno por ciento de las especies animales marinas. De las diversas especies, el tiburón blanco es la más peligrosa y letal para los humanos. Esta especie tiene un cuerpo siluforme, un hocico cónico y una rapidez para ataque que al no estar visible por ser estar debajo del agua, la sensación de peligro ante el acecho es mucho mayor.
Porque sus ataques son desde abajo causando una mordedura que resulta catastrófica. Sus ataques son feroces. En ocasiones muerde y abandonan a su presa mientras esta se desangra para regresar y comérsela. Su apetito es muy alto y agresividad no deja duda de sus intenciones de ser el principal depredador marino.
Hay otros tipos de especies de tiburones que son inofensivos como es el caso del tiburón peregrino que se ubica en el Mar Mediterráneo. A pesar de ser el más grande del mundo llegando a medir hasta 10 metros y pesar alrededor de 7 toneladas, cuenta con unos dientes diminutos por lo cual no representa peligro. Su alimentación es pasiva, filtrando el zooplactón y peces pequeños a través de sus branquias.
Una realidad es que el llamado cambio climático que está modificando los parámetros de hábitat marino, cambiado con ello la etología de estos animales. Ya se tiene documentado que el calentamiento global modifica el área de distribución natural del tiburón blanco hacia zonas costeras usadas por los humanos. Una situación que pone más en peligro la estabilidad ecológica de los ecosistemas ya que altera las cadenas alimenticias y con ello el equilibrio ecológico.
¿Qué puedo hacer para evitar el riesgo de un ataque de tiburón?
Es necesario estar alerta constantemente al momento de estar en el agua. Una valiosa recomendación es nadar o disfrutar el agua en compañía de más personas que inhiban el comportamiento del animal. Es importante no usar señuelos y mantenerse alejados de vida marina muerta que es un aliciente para despertar el instinto de ataque de los tiburones. Tal y como se ha permeado en la percepción pública hay que evitar sangrar y orinar en el agua.
Algo muy cierto es que al final los tiburones, al igual que los seres humanos, somos terrícolas y tenemos que aprender a convivir entre nosotros.
