Esta situación representa uno de los principales motivos de muerte perinatal en el mundo
NOTIPRESS.- Las mujeres embarazadas con Covid-19 presentan una mayor probabilidad de tener un parto prematuro, así lo indica un estudio de la Facultad de medicina de la Universidad Estatal Wayne. Además, cuanto más grave sea la infección, mayor será el riesgo de preeclampsia, uno de los principales motivos de muerte perinatal.
El estudio analizó el proceso de mil mujeres embarazadas y descubrió que el parto prematuro dependía de la gravedad del contagio de Covid-19. Parte de esta asociación se debe a que los doctores decidieron inducir el parto médicamente por el riesgo presentado para la salud tanto de la madre como del bebé. Algunas desarrollaron síntomas como convulsiones y hemorragias y el riesgo a presentar preeclampsia fue cinco veces mayor en mujeres con casos graves de infección de Covid-19 en comparación a otras.
Se tomó en cuenta la correlación presentada entre el sobrepeso y la obesidad al inicio del embarazo, pues aumentó significativamente la vulnerabilidad a contagiarse de Covid-19. A este problema se le suman enfermedades subyacentes como asma, diabetes, hipertensión, enfermedad hepática y trastornos convulsivos.
La transmisión del Covid-19 de madre a hijo es poco común, de acuerdo a los hallazgos del estudio Gestational Research Assessments for Covid-19, realizado por investigadores del Instituto Nacional de Salud Infantil y Salud Humana de Estados Unidos. Esta situación se presentó solo en el 1% de los pacientes estudiados previo a recibir el alta hospitalaria.
Para hacer frente a las amenazas para las madres durante el embarazo, se recomienda supervisar y mejorar el bienestar antes y durante la gestación. De igual manera, es necesario vincular a las familias con los servicios médicos y sociales para obtener atención oportuna.
Un parto prematuro es la principal causa de mortalidad perinatal en el mundo. Este ocurre 37 semanas antes de que finalice la gestación. Por su parte, la preeclampsia es responsable de 76 mil muertes maternas y 500 mil infantiles anualmente. Consiste en un aumento repentino de la presión arterial después de la semana 20 del embarazo.
