Inicio Análisis político Alejandro López Munguía EN EL CASO CECILIA FLORES, ¿QUÉ SIGUE?

EN EL CASO CECILIA FLORES, ¿QUÉ SIGUE?

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César Bojorquez no sabe hacer política, nunca entendió que no debía enfrentarse a sus enemigos en tiempos de crisis. Ahora sufrirá los embates de la población que percibe su plena culpabilidad en el caso, pues no puede ni podrá probar que su subalterna, amiga y compañera operaba un súper negocio al amparo de su protección y de su grupo de amigos.

El impacto político fue contundente pues contribuyó a empujar al PAN al abismo electoral. Perdieron todo en la región y en el  Estado, simplemente fueron acribillados electoralmente por una sociedad que les juzgó culpables de corrupción y tráfico de influencias.

La cosa no termina allí, ahora, están a punto de perder la alcaldía de Mérida porque no supieron manejar el conflicto, creyeron que con tener al Diario de Yucatán de su lado podrían capear el temporal. Pero se equivocaron, ahora, lo que viene es una bomba política.

El alcalde de Mérida, César Bojorquez está metido hasta los dientes en este gran fraude multimillonario. Él asegura no haber tenido conocimiento de lo que Cecilia hacía, pero eso es inadmisible toda vez que era una funcionaria del primer círculo.

Un elemento importante de todo este asunto es el político Miguel Gutiérrez Machado quien sacó a la luz pública que él personalmente le entregó a Cecilia Flores alrededor de 100 millones de pesos.

Nombres, nombres, nombres de muchos personajes que le invirtieron al negocio de la pirámide de Cecilia. Todos en contra del PAN, todos en contra de la mentira en la que fueron embaucados. Cecilia no es la responsable total, el alcalde está más sucio que un puerco en su corral.

Por ese motivo, perderán las elecciones, perderán la última dosis de credibilidad que tenían, perderán hasta la camisa y tal vez, no quede ni siquiera el emblema de la victoria en sus mentes. No les quitarán la alcaldía por la fuerza como dijera Gerardo Bolio de Ocampo, el PAN mismo está entregando el poder de manera natural, en medio de la duda de corrupción y tráfico de influencias.