Ganó Renán, pero perdió el PAN; porque nunca hubo, ni hay operación cicatriz. No hay ni siquiera un pacto de no agresión, menos un pacto de unidad.
El PAN salió de ésta “pelea callejera”: cojo, mocho, tuerto, con profundas heridas en el corazón, lastimadas sus articulaciones y con la amenaza de que se le gangrenen las mismas.
Vienen tiempos difíciles para el PAN, Beatriz Zavala, Ana Rosa Payán, Edgar Ramírez Pech, Rodolfo González Crespo, Magaly Cruz Nucamendi, Sonia Martínez, Rosa Ceballos, Rosa Adriana Díaz, Mauricio Vila, Miguel Gutiérrez Machado no se quedarán cruzados de brazos. Permitir que los patricistas les salga todo bien, será tanto como aceptar que deberán vivir de rodillas ante su peor enemigo.
Ni humildad, ni manos extendidas existen dentro del PAN como para pensar que éste episodio se superará.
Y el papel de Hugo Sánchez Camargo es, como lo adelantamos el del triste “pelele de Patricio”.
Venganza … irremediable