Pero tenemos otro caso, que raya en la ironía y curiosidad propia del sui generis de la política que ya alcanza hasta el PAN con la gandallez, denunciada, pero al mismo tiempo no reconocida por Edgardo Medina Rodríguez, ex candidato a diputado blanquiazul, a quien según el Trife le debe corresponder una diputación por repechaje, pero que por error del IPEPAC se le concedió ese derecho a José Collado Soberanis. Situación que nadie vio, que nadie noto, que la dirigencia del PAN no lo pudo percibir, ni él mismo se dio cuenta. Pero que al final beneficia al grupo político que encabeza Magaly Cruz Nucamendi, aun presidenta del Comité Directivo del PAN.
En sólo una acotación, el Presidente del PRI en funciones, Mauricio Sahuí Rivero, junto con otros legisladores príistas han renunciado a los cargos de su partido para dedicarse de lleno a la tarea legislativa. No así Magaly Cruz que continua siendo la encargada del CDE del PAN, seguramente recibiendo la cuota de pago nominal por ese encargo junto con el sueldo de la diputación… dos trabajos con dos sueldos respectivos a costa de los dineros públicos.
Eso es lo que hoy al PAN le cuesta cree que sea posible. El trapecismo, el no querer dejar de vivir del presupuesto, la gandallez de los líderes por los puestos y acceso a los recursos públicos, hoy desquicia a los varios militantes que no se explican tanta incongruencia. Más cuando se dan cuenta que la soberbia es lo que llevó a la desconfianza de la ciudadanía en el momento de tomar la decisión en el voto en el proceso electoral de mayo pasado. Conste que esa advertencia de soberbia fue la que a decir de Magaly Cruz Nucamendi, cuando era diputada por el PAN en el último informe de Patricio Patrón Laviada el 10 de junio de 2007 y le toco dar respuesta al mismo, aludió a la ésta que abundó en el gobierno panista, pero señaló que la transición política es parte de la sociedad yucateca.
