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Esperaban festejar en el Zócalo “hasta que el cuerpo aguante”

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Por Mariangel Calderón

México, 1 Dic (Notimex).- Poco después de que el presidente López Obrador  se despidiera, y ante el beneplácito de todos los asistentes que enarbolaban banderas de colores y gritaban de emoción, la cantante mexicana Regina Orozco, ataviada en un vistoso vestido con el águila de México en el pecho, entonó una intensa melodía referente al rescate del país.

Después el actor mexicano Damián Alcázar regaló unas palabras a las personas y puntualizo el despertar de los mexicanos: “Así vamos a empezar un nuevo caminar, con los ojos bien abiertos”.

Posteriormente, la Orquesta Sinfónica Nacional presentó una pieza de la autoría del compositor Arturo Márquez, ante un público expectante que parecía tan fresco como si no hubiera pasado largas horas bajo el sol.

Aun cuando al término del mensaje del presidente algunas personas corrían a las calles aledañas para evitar embotellamientos humanos, una parte se quedó a disfrutar de la verbena popular.

Los cansados ambulantes continúan ofreciendo cigarros sueltos, dulces típicos y papas con salsa picante, “fue un buen día” explicó Alberto, que con destreza despachaba “unas papas con todo” a los hambrientos asistentes al Zócalo capitalino.

Don José y su esposa disfrutaban muy abrazados del espectáculo, llegaron desde bien temprano y refirieron no sentir cansancio alguno, sus hijos ya son mayores así que vinieron solos al Zócalo y piensan quedarse hasta el último minuto que dure la fiesta.

Luego de la presentación de la sinfónica, la actriz mexicana Dolores Heredia leyó a los asistentes un texto que ensalzaba la riqueza y la alegría de un pueblo que “siembra semillas de libertad”.

Posterior al breve mensaje, se presentaron el intérprete Horacio Franco y cantantes en lenguas indígenas, como María Reyna, Natalia Cruz, Patricio Hidalgo y el gran Coro Comunitario, por mencionar algunos, que interpretaron una canción de bienvenida en lengua indígena llamada Xochipilzahuatl.

“Si se pierden las lenguas originarias se pierde México”, explicó la senadora Jesusa Rodríguez al presentar al artista Marlomio, quien interpretó un poema en lengua indígena.

Luego, Tania Hernández, una niña de origen zapoteco, enfundada en un bello traje típico, cantó El feo, una pieza de Demetrio López, en español y en lengua indígena.

Rodríguez destacó el sufrimiento de los hermanos centroamericanos que atraviesan el país, “es la oportunidad de que México le abra los brazos a Latinoamérica”.

María Reyna, Juan Sant, un rapero de la sierra norte de Puebla, y Regina Orozco interpretaron la canción de “Latinoamérica”, de autoría de la agrupación Calle 13, ante un emocionado público que entonaba algunos fragmentos de la pieza.

“Es la hora de la serenidad, todos somos mexicanos y ha llegado la hora de recuperar la alegría y alejar el dolor de tantos años”, señaló Jesusa Rodríguez al presentar unos mambos arreglados por Emilio Toussaint, ante lo que que algunos asistentes decidieron bailar en círculo, ignorando el frío que se soltó de repente.

La pieza músical prendió a los asistentes al Zócalo que no podían parar de bailar, y concluyó con un coro de “cinco, cuatro, tres, dos… maaaaambo”, luego, Jesusa Rodríguez destacó la importancia de que las mujeres retomen el poder en el mundo, y señaló con emoción un fuerte y bien pronunciado “ni una más”.

Tras lo anterior, enfundada en un traje oscuro con una túnica verde vivo se presentó la cantante Eugenia León, interpretando el Cielito lindo, que todos los asistentes entonaron al unísono llenos de emoción.

Posteriormente, se anunció la presentación por una hora, “o hasta que el cuerpo aguante” del mariachi de la Secretaría de Marina, y Regina Orozco cantó Paloma negra, entre otras significativas melodías, como México lindo y querido, en el que las personas coreaban a todo pulmón “Si muero lejos de ti, que digan que estoy dormido y que me y traigan aquí”, en una Plaza de la Constitución que seguía abarrotada hasta las 21:30 horas.