Tienes idea de casarte y no sabes como obtener el certificado de soltería o en su caso ya estás casado y por alguna razón legal o trámite no sabes si necesitas obtener el certificado de matrimonio, te invitamos a leer con calma este artículo que retrata la realidad del matrimonio en nuestro país en estos tiempo actuales.
Una de las realidades que son inherentes en la vida de todo ser humano, es que hay eventos y hechos de la vida que, por la importancia tienen que ser debidamente regulados por los marcos jurídicos, como lo son el nacer, el matrimonio o la muerte.
Como herencia de la influencia religiosa de los conquistadores que impusieron un modelo de vida social durante los 300 años de la colonia y en las primeras décadas de vida independiente, esos eventos señalados estaban bajo el orden y las normas de la Iglesia Católica en los registros parroquiales. Sin embargo, en una nueva legislación en el Distrito Federal, lo que es conocido como Ciudad de México, el 31 de enero de 1861 se estableció un REGISTRO CIVIL con carácter laico en la República Mexicana, por lo cual los datos de nacimiento, matrimonio, divorcio y la muerte están bajo la tutela de las autoridades civiles.
La familia es considerada, en la tradición jurídica, social y económica de nuestro país, como un elemento esencial de la propia sociedad. Una figura que es protegida por las normas civiles en el intento de conservar la unidad y la transmisión de los valores culturales que consideramos son valiosos para nuestra cultura.
Sin embargo, en los últimos 20 años se ha dado un fenómeno que debe ser analizado desde diferentes perspectivas sociales, políticas, psicológicas y antropológicas. Resulta que para el año 2000, según datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), se tiene registrados 707 mil con 422 matrimonios legalmente constituidos bajo la formalidad que la ley civil exige. En casi 20 años, para el 2019, la cantidad de matrimonios disminuyó a 504 mil 923 nupcias. Una disminución de 202 mil 499 nuevas familias.
Esta tendencia en disminución es, por sentido común, inversamente proporcional para el caso de divorcios. Según la fuente mencionada, para el año 2000, de 52 mil 358 separaciones matrimoniales para el año 2019 se tiene una contabilidad de 160 mil 107, lo que significa un aumento de 107 mil, 749 divorcios.
En conclusión, al paso de los años se efectúan en términos reales y porcentuales más divorcios y separaciones que matrimonios. Esta realidad en el contexto de que, en los últimos años, el proceso de divorcio se ha facilitado al excluir causales y juicios largos y engorrosos para los cónyuges. Por lo cual, podemos esperar que las cifras de separación sean cada vez mayores. Por su parte, al hablar del matrimonio, es muy claro que las ideas más liberales de las nuevas generaciones casamenteras están retrasando la edad el matrimonio, así como también, fomentando más las uniones sin necesidad del formalismo legal del matrimonio.
No es para desalentar la idea del matrimonio. Por mucho es la mejor opción desde el punto de vista legal, seguridad y certidumbre para los miembros de la familia. Pero es necesario que se realice un esfuerzo social para alentar la sanidad de las relaciones familiares que consoliden la vida interna de estas. Un esfuerzo que también es de responsabilidad personal.
