En las redes sociales, hoy constituido un auténtico barómetro de la opinión pública, no se deja de criticar la comercialización del llamado BUEN FIN y el aparente “fraude” que significa.
Llama la atención el comentario de la imagen que un usuario de Facebook compartió en días pasados sobre una inflación de precios en productos, que durante el BUEN FIN saldrán a la venta con las promociones y rebajas atractivas, sin que al final no exista ninguna pérdida a favor del empresario o comerciante.
Sin duda, el programa que se copia de un modelo comercial yanqui, se dice que busca la reactivación de la economía uniendo los sectores públicos y privados en el acomodo de productos y servicios a un menor precio. Inclusive se sabe que se adelante, como compromiso del sector público, los aguinaldos. Si bien la medida ayuda a la adquisición de los bienes “rebajados de precios”, al final también conduce a la falta de liquidez para las fiestas de navidad e inicio de año, donde la publicidad mercadotécnica le pone presión la consumidor para cumplir con la compra de otros bienes para celebrar las fiestas decembrinas.
Cabe la posibilidad ¿en verdad este BUEN FIN lo es para los ciudadanos o para los grupos económicos que manejan el capital en los mercados?
Se los dejo a la reflexión.
Lo importante para cualquier ciudadano es cuidar el ingreso para no perder liquidez económica.
Así que asumamos con compromiso personal el control del gasto y estar muy pendientes del mercado. Tal vez si lo hacemos de forma consciente no estaremos a la merced de la voracidad de empresario que nunca sacrifica su ganancia.
