Madrid, 26 oct (EFE).- El comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, ha destacado que dentro del debate recién abierto en la Unión Europea (UE) sobre el retorno a las reglas fiscales comunes es necesario abordar una reducción “realista” de las elevadas tasas de deuda pública que se han acumulado como consecuencia de la pandemia de coronavirus.
Es el caso de España, que cerró 2020 con un endeudamiento del 120 % de su PIB al tener que financiar el incremento de gasto necesario para mitigar el impacto económico de la crisis sanitaria provocada por la covid-19.
“Necesitamos abordar lo que ocurre con la deuda pública, cómo reducir ese legado de forma gradual y sostenible, y que sea también propicia para el crecimiento. Necesitamos reflexionar sobre ajustes realistas de cara a una necesaria reducción”, ha afirmado Gentiloni durante su comparecencia ante la comisión mixta parlamentaria para la UE.
El comisario ha incidido en que la reforma del marco de gobernanza comunitario debe acoplarse a las necesidades de inversión que requerirán las transiciones verde y digital, y que la Comisión Europea cifra en 650.000 millones de euros adicionales cada año durante la próxima década, de los que la mayor parte (520.000 millones son para cumplir con la transición climática).
“No debemos repetir los errores de la anterior crisis cuando la inversión pública de la zona euro cayó casi a cero durante varios años. Ello fue perjudicial en aquel momento, pero ahora mismo podría ser catastrófico”, ha asegurado respecto a la importancia de compaginar la reducción del déficit y la deuda pública con una inversión sostenida.
A su juicio, la transición verde es ineludible como se ha demostrado con los problemas ocasionados por la escalada del precio del gas, que ha puesto de manifiesto la fuerte dependencia de los combustibles fósiles que aún mantiene la UE.
Las soluciones propuestas por la CE pasan por que los estados miembros ofrezcan apoyo directo a los hogares con menores ingresos y a las empresas o industrias que necesitan consumir mucha energía, pero siempre con un enfoque “temporal y que respete el mercado único”.
El comisario ha dicho que entiende la importancia del tema para España y la gran presión que existe, pero ha afirmado que no es posible plantear una adquisición conjunta de gas como la que se ha hecho con las vacunas contra la covid.
“No es fácil por diversos motivos geopolíticos”, ha respondido.
FONDOS PARA LA RECUPERACIÓN
Gentiloni ha alabado la rapidez con la que España ha presentado su plan de recuperación, transformación y resiliencia, lo que le ha permitido ser uno de los primeros países en recibir la prefinanciación, de 9.000 millones en su caso.
Los siguientes 10.000 millones solicitados por España podrían llegar el mes que viene, una vez que el Ejecutivo comunitario revise los hitos ligados a ese desembolso, aunque el comisario ha dicho que “la mayoría de las reformas para este pago se han aplicado”.
“Es importante ahora avanzar con algunas de las reformas más complejas contempladas para el último trimestre de 2021”, en referencia a la reforma laboral.
Sin entrar en polémicas internas, ha insistido en que España necesita “un equilibro” entre seguridad de los trabajadores y dinamismo de la economía.
Hay que abordar el alto nivel de precariedad, la dualidad del mercado laboral, la simplificación de contratos o la mejora de la negociación colectiva, ha expuesto, pero sin “socabar” el dinamismo de la economía porque ello tendría “consecuencias negativas”.
Sobre el ritmo de ejecución de los fondos, ha reconocido que los países como España que van a recibir mayores partidas pueden tener más dificultades para canalizar estas ayudas y ha apuntado a la “vital” participación de los agentes sociales y las comunidades autónomas en el proceso.
