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Hallan vestigios arqueológicos en Base Aérea de Santa Lucía

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Entre los hallazgos se cuentan los resto de 60 mamuts y 15 entierros humanos

México, 22 de mayo (Notimex).— Las excavaciones realizadas en el terreno donde actualmente se construye el Aeropuerto Internacional General Felipe Ángeles, han llevado a los arqueólogos al descubrimiento y recuperación de alrededor de 60 restos de mamuts, así como de 15 entierros humanos de la época prehispánica.

      El coordinador nacional de Arqueología del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Pedro Francisco Sánchez Nava, precisa que los restos óseos se localizaron en tres áreas de exploración, los cuales aún se analizan y clasifican, por lo que todavía no es posible determinar cuántas osamentas podrían estar completas.

      De acuerdo con el arqueólogo, los restos de mamuts pertenecen a la especie “Mammuthus columbi”, ejemplar que fue abundante en Norteamérica durante el Pleistoceno. Entre los hallazgos se incluyen a machos, hembras y crías que probablemente murieron al quedar atascados en el lago. Estos restos no presentan huellas de cacería humana; sin embargo, no se descarta que los humanos hayan aprovechado a estos pesados animales, una vez que se hallaron atascados en el fango.

      Sánchez Nava, en conjunto con Salvador Pulido Méndez, director de Salvamento Arqueológico del INAH, refiere que estos vestigios han sido descubiertos desde octubre de 2019 a la fecha, asimismo, expresó que están siendo explorados por un grupo de arqueólogos encabezado por el doctor Rubén Manzanilla López, con el fin de garantizar su correcta extracción para posteriores estudios, los cuales permitan determinar sus temporalidades, dietas y patologías, entre otros aspectos.

      Por su parte, Pulido Méndez sostiene que “hasta el momento, en los terrenos no se han registrado hallazgos que lleven al replanteamiento de la obra en construcción, ni total ni parcialmente. Más bien, los trabajos han permitido al INAH una coyuntura de investigación en un espacio donde, si bien se sabía de la existencia de vestigios óseos, no se había tenido la oportunidad de localizarlos, recuperarlos y estudiarlos”.

      Por ahora el INAH ha abierto 23 frentes de exploración en los terrenos donde se construye la instalación aeroportuaria, como parte de un proyecto de salvamento arqueológico y paleontológico, el cual se lleva a cabo con el respaldo logístico y financiero de la Sedena, mismo que se desarrolla en apego a la legislación en la materia.

Ex Hacienda de Santa Lucía, propuesta como museo de sitio

Sobre los 15 entierros humanos del periodo prehispánico que también fueron descubiertos, los expertos señalan que pertenecieron a agricultores que fueron enterrados domésticamente, pues algunos estaban acompañados de ollas, cajetes y figurillas de barro, como la de un perro.

      El equipo en campo, liderado por el arqueólogo Manzanilla López, teoriza que la presencia teotihuacana en el sitio no fue muy significativa; también señala un dato importante para comprender el pasado de dicho hallazgo: la continuidad del asentamiento ocurrió principalmente hacia el periodo Epiclásico (750 – 950 d. C.).

      Durante el periodo Posclásico (950 – 1521 d.C.) se estableció el señorío de Xaltocan, del cual se han encontrado vestigios como cerámicas de tipo azteca. Los enterramientos encontrados, que continuarán estudiándose, pertenecieron a esta última fase de ocupación.

      En fechas recientes se ha considerado que el casco de la antigua hacienda de Santa Lucía podría convertirse en un museo de sitio integrado al Aeropuerto Internacional General Felipe Ángeles, pues de acuerdo con Sánchez Nava, “la historia del lago Xaltocan y de la región de Santa Lucía es fascinante”.

      Este inmueble, de acuerdo con información de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), tiene sus antecedentes más tempranos en 1576, con una fundación atribuida al jesuita Pedro Sánchez. Ya para fines del siglo XVIII, con la expulsión de dicha orden religiosa de la Nueva España, el predio pasó a manos de Pedro Romero de Terreros, primer Conde de Regla.

      En la época independiente fue propiedad del gobierno mexiquense, el cual la cedió a la federación para establecer allí la Base Aérea Militar N° 1, misma que fue inaugurada en 1952 con el objetivo de absorber y ampliar la función del campo de aviación militar de Balbuena.