Sobre esa base de estuco se halló un muro de la época colonial en tono rojo, que delimita la periferia original del parque.
Ese muro, según el antropólogo José Manuel Estrada Faisal, aporta una evidencia de que la Plaza Grande de Mérida era originalmente roja.
El piso prehispánico de estuco está a un metro y medio de profundidad. Debajo se encontró material cerámico de la misma época maya.
Ese piso de estuco fue aprovechado como base y encima fue construido el primer parque en la época de la Colonia en Mérida, según deduce el antropólogo, plaza que al parecer ha tenido diversas ampliaciones.
“Este muro era el límite a la calle de la plaza colonial y nos da una idea del color que fue usado en esa época para este parque”.
El hallazgo se realizó en una excavación en el área de jardineras de la plaza, a la altura de la Catedral.
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El arqueólogo señaló este muro que aún conserva su tonalidad roja también salió a la luz en la excavación que se encuentra en otra jardinera, a la altura de la Casa de Montejo, de modo que se observa la periferia del parque original, que era de menores dimensiones que el actual.
En ambos pozos se ha encontrado también “material cultural, como fragmentos de vasijas que corresponden a los siglos XVI a XVIII”, dijo Estrada Faisal, principalmente cerámica, barro, losa fina, huesos de animales y fragmentos de botellas de vino.
El secretario de Obras Públicas del Estado, Francisco Torres Rivas, estuvo en el sitio, donde observó las piezas rescatadas y comprobó que “la Plaza era roja”.