En algunos sitios de Internet ha circulado la nota del accidente de una joven meridana, llamada Fausta Arrigunaga Laviada, en el libramiento Progreso-Chicxulub ocasionado por la pérdida del control de su vehículo por manejar bajo los efectos del alcohol y exceso de velocidad. El minicooper que viajaba, después de dar diversas volteretas quedo afuera de la carretera, con la tripulante prensada, por lo que necesitó de la ayuda de los cuerpos de Seguridad del Estado que acudieron al auxilio.
Posiblemente la nota no tenga una mayor trascendencia al ser igual de un sin número de accidentes donde se combinan, por la irresponsabilidad, el consumo desmedido de bebidas etílicas con el exceso de velocidad, que pone en peligro la vida de uno mismo y de los demás.
Por suerte no hubo mayores desgracias como vidas que lamentar, solamente para la afectada que experimentó en carne propia el conducir irresponsablemente.
Lo importante es destacar que la joven de 31 años es sobrina de Patricio Patrón Laviada. Por lo que propongo un pequeño ejercicio reflexivo a la siguiente pregunta ¿si hubiese sido cualquier otro pariente de la Gobernadora que hubiese sido el responsable de un accidente como tal, esos medios ocultarían esa relación?
Asi manejan la información algunos medios, que aún con toda la dignidad que dicen prácticar, publican con tendencias muy visibles la información, a la conveniencia de los interesés que quieren defender.
¿No les parece?