Huevazo a AMLO, planeado o espontáneo.
En la guerra y en el amor todo se vale, suele decirse, y para entrar de lleno en la elección rumbo al 2018, las especulaciones van y vienen. Hay quienes piensan que el huevazo a AMLO fue planeado y otros por el contrario, que fue espontáneo. Lo cierto es que ambas posibilidades abonan al hombre.
Primera posibilidad, fue planeado. El hecho ocurrió en suelo veracruzano, territorio gobernado por Miguel Ángel Yunes Linares, enemigo de AMLO declarado. Luego entonces es fácil suponer que el equipo Morenista tranzó todo para hacer ver al tabasqueño como víctima. Esta condición permite al próximo candidato presidencial de Morena arengar contra sus enemigos y eso, le genera más simpatías en quienes son susceptibles de jalar con él.
Segunda posibilidad, fue espontáneo. De serlo, entonces el rechazo es legítimo y si lo es, AMLO debe preocuparse, pues existe un sector de población al que no le convencen sus argumentos políticos. Recibir un huevazo es un acto de repulsión. Y es que hay un gran sector de población que lo sigue considerando un peligro para México. El hombre recibió de lleno el proyectil. Eso habla de que puede ser blanco de muchos más en el futuro inmediato.
El huevazo es la evidencia de que AMLO es vulnerable en el sentido más estricto de la palabra. Es decir, las cosas se podrían poner peores para él, pues así como hoy le aventaron un huevo, mañana podría ser una piedra o una lata o lo que se tenga a la mano.
Y que lo haga una dama, es realmente de llamar la atención. Las mujeres representan un 55% del electorado, y aunque no todas repudian a AMLO, es verdad que un sector importante no lo toleran.
Como sea, AMLO se ganó la plana y volvió a tener rating. En ese terreno nadie le gana, el hombre se sabe vender bien.
En lo personal no apruebo la agresión y preciso, la condeno.
