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¿Aceptación o martirización?

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El día de aquella elección, uno de los primeros en aceptar los resultados de la elección fue Diego Fernández de Cevallos. Aunque de forma tenue reconoció que los resultado le eran favorables al príista, que la matemática no engañaba. ¿Claudicación? Así se ha entendido al analizar de forma retrospectiva las acciones de los protagonistas de esa época. ¿Qué había pasado con toda esa inercia del PAN que había fomentado Manuel J. Clouthier “el Maquio” en la elección presidencial pasada? ¿No había ya un impulso de las primeras gubernaturas y presidencias municipales, de Estados declarados panistas, como para sostener las ansias de triunfo?

Después de aquello, el ex candidato perdedor se convirtió en uno de los hombres del sistema que se beneficio del mismo. Los negocios jugosos hasta con los mismos príistas nos hacen sospechar que muchas cosas pasaron para que se tomen las cosas con demasiada calma, validando al mismo sistema político. Lo que les permitió en tres años cambiar las reglas de composición de la Cámara de Diputados al quitarle el PRI su hegemonía legislativa que, a la posteridad, propició las condiciones para el arribo de Vicente Fox Quesada a la silla presidencial.

En tiempo actual Yucatán vive un periodo electoral. Durante 20 años la capital de la entidad ha sido gobernada por Acción Nacional. Hoy encabezada por el autonombrado “líder moral” de Acción Nacional, César Bojórquez Zapata, reconocido por muchos no como político sino más un administrador que si sabe hacer dinero, tal y como el mismo se caracterizó en el debate en el proceso 2007.

Una gestión municipal salpicada con muchos escándalos, desde gente muy cercana al Alcalde como su propia Directora de Comunicación Social que abrió una empresa fantasma para lucrar ilícitamente, sin pagar obviamente los impuestos y con el dinero de diversos empresarios con promesas de jugosas ganancias por la organización de conciertos, sin duda usando su posición política de garantía. Después vino el escándalo de la basura que involucró a íconos del panismo como Luis Correa Mena por acusaciones de tráfico de influencias con ganancias superiores a los 200 millones de pesos. ¿En dónde quedan los cuestionamientos de falta de licitaciones adecuadas y gastos no justificados en la construcción de Animaya? ¿El supuesto pago adicional en la compra de gasolina para el parque vehicular del Ayuntamiento?

Esto sin dejar mencionar que por primera vez, después de varias administraciones del PAN abiertas a la ciudadanía, cancela los miércoles ciudadanos y aleja a las autoridades municipales del contacto directo con sus gobernados para atender de manera directa las demandas de servicio de los ciudadanos.

Las encuestas, hasta ahora las conocidas nos pintan el panorama de una posible derrota del PAN en las próximas elecciones municipales.

¿Está el PAN listo para ceder la administración del Ayuntamiento al PRI?

¿Cómo entender la acción del Diario de Yucatán que ahora da una apuñalada en el ánimo del equipo de campaña de la candidata panista Beatriz Zavala al publicar una encuesta que la coloca 10 puntos por debajo de su contrincante príista?

Pero va más allá el Diario de Yucatán al señalar los errores de la campaña de Beatriz Zavala: (1) la concentración de la misma en la persona de Beatriz Zavala, (2) la falta de propuestas en su publicidad y (3) un lema que no aporta ni genera ningún apego ni tampoco nos permite visualizar lo que desean hacer ya siendo una administración.

El camino de la campaña ya está bien definido. El azoró de los panista no tiene nivel. No hay reacción, no hay composición, no hay estrategia. Y no es cuestión de falta de dinero. Bien es sabido que desde la SEDESOL, donde se desempeño Beatriz Zavala como una malograda secretaría de estado calderonista, hay apoyo para la campaña, en recursos y personal que están poniendo de su parte en la lucha política para dizque mantenerse gobernando Mérida.

Dizque, porque no hay muestra de su dirigencia, equipo de campaña, ni en la misma candidata se ven signos de querer ganar esta elección.

¿Será que los panistas son conscientes que su periodo de vida política ha llegado a su fin en el municipio de Mérida? ¿Aceptan que la derrota se hace necesaria para la purga interna que les permita acomodar nuevamente las fuerzas para la reconfiguración del partido que realmente sirva a los intereses ciudadanos?

No olvidemos que el PAN logró avanzar en la presidencia con el discurso de la alternancia.. ¿Ya los meridanos están aceptando que el mejor camino político es la alternancia?

¿Sera acaso que ante la aceptación de lo inminente o lo necesario se quiera recurrir a la martirización? Martirio sembrado en la psique del ciudadano con la esperanza de una pronta resurrección que los fortalezca.

Preguntas que dentro de un mes, estaremos en la posibilidad de dar una respuesta.