La muerte por falta de atención médica es inhumano: López Munguía.
En todo el país, en los tiempos de la Pandemia por el Coronavirus, varios ciudadanos han perdido la vida al no ser atendidos oportunamente en las diversas instituciones de salud del gobierno federal, que se extienden a todos los estados de la república. No es tolerable, menos aceptable enterarnos que por falta de atención médica un ser humano perdió la vida. Es algo inhumano, no refleja el espíritu de solidaridad que a los mexicanos nos da identidad.
Me cuesta aceptar que hay ciudadanos que murieron y ni siquiera fueron valorados médicamente. Que se debatían entre la vida y muerte y los dejaron solos. ¿En qué clase de seres humanos nos estamos convirtiendo?.
La Pandemia ha destruido la economía de la inmensa mayoría de las familias; ha ocasionado la muerte de más de 31 mil personas en todo el país y la de cientos de miles en todo el mundo, ha generado la angustia de otros millones de seres humanos que viven con el terror de estar contagiados.
Es la hora de la solidaridad sin límites, sin restricciones. Porque el dolor asaltó nuestros hogares y no hay para dónde hacerse.
El pueblo necesita de sus líderes políticos para encontrar, además del consuelo, el rumbo para salir de esta crisis que nos estresa.
Como pueblo somos ricos representativamente hablando, pues abundan los legisladores, alcaldes, regidores, funcionarios, gobernantes, líderes sindicales. Son ellos los que tienen el deber de encabezar la unidad del país y de conducir a las instituciones a ser respetuosas y solidarias con el dolor ajeno.
En la lucha contra el coronavirus estamos todos inmersos. Porque tenemos una vida, tenemos familia, hijos, amigos, compadres, porque formamos parte de una sociedad que no puede abandonarse, no debe alejarse, no debe deshumanizarse.
El llamado es a no perder la noción de la vida. A no insensibilizarnos, a no ser empáticos, a no convertirnos en egoístas.
Si todo está fallando, que no fallemos los seres humanos. Porque poseemos valores de vida que nos hacen líderes, que nos inspiran a ser buenas personas.
No perdamos la ruta, seamos compasivos con la gente que sufre. No tengamos miedo, porque en la lucha, se vence con valentía.
La estrategia pública está fallando. El coronavirus no se detiene, no hay vacuna, no hay tratamiento que te garantice que no te puedes morir, no hay defensa para matar el contagio. Solo hay medidas preventivas, pero cuando ya llegó el contagio, todo queda a la deriva. Cuidémonos los unos a los otros y apostemos por la vida.
¡Sí podemos!.
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