Sin mucho esfuerzo, ha logrado reactivar a un hombre viejo, casi anciano, y rodearlo de ciertos operadores políticos en especial del PAN en Mérida. No quiere nada con Beatriz Zavala, ni con Patricio Patrón, ni con Magaly Cruz Nucamendi, y mucho menos desea relacionarse con Hugo Sánchez Camargo a quien no le atribuye ninguna virtud política.
El Didy intenta reverdecer viejas banderas poniendo a un hombre de ideas anquilosadas, sosas, burdas. Desafazado de la realidad política, y alejado del activismo político recurrió el viernes – para realizar su destape formal – a grupos de sociedad de edad avanzada, los que lo conocieron, los que lo aclamaron contra Don Víctor Cervera, viejos recuerdos, por eso no hubo jóvenes ni nuevas “almas” en la marcha, solo estuvieron los mismos, los que apoyaron esas batallas y siguen militando en el PAN, faltaron muchos, la edad se los llevó.
El Didy cree que con Guillermo Vela podrá “pegar a la pared” a Beatriz Zavala y a Patricio Patrón, cree que podrá usar el nombre de Guillermo Vela como escudo para contrarrestar las descalificaciones por motivos electorales que se susciten al interior del PAN. Es obvio que a Patricio Patrón no le agrada que aparezca otro en la escena, pues esa es precisamente la posición que desea para sí en el 2012.
Vela Román para alcalde de Mérida, allí esta el asunto trascendental. Vela Román le llena el ojo, le satisface porque reúne todas las características, y básicamente porque han librado la misma batalla en otra era. No le preocupa que el mosquetero no sea el mismo de hace 20 años, lo que importa es que aún puede caminar, ver y hablar … ¡con eso basta!.
Anuncian “juicio político” contra la gobernadora, tal como lo hicieron contra Víctor Cervera, los motivos no importan, lo que sí, es que ella caiga de su pedestal … que se borre la humillación de comparar 40 mil personas que la vitorearon en la plaza frente a sus 1,500, los de siempre, los que nunca cambiarán.
Para el Didy no importa que Vela Román sea un incongruente, que exija transparencia y él no la de. ¡Qué importa! total si se trata de crear una mentira pues con eso basta para llenar las páginas de un periódico venido a menos con el paso de los años, que envejece igual que con sus luchas antiguas y pasadas de moda.
“El regreso de la momia” parece ser el nuevo capítulo de un libro plagado de fracasos políticos escrito por gente sin talento y lleno de odios y rencores, frustraciones y traumas. La involución a su máxima expresión.
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