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Javier Duarte, un triste legado del PRI.

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Javier Duarte gobernador de Veracruz

Javier Duarte, un triste legado del PRI. La corrupción invadió al sistema político mexicano. Todos los partidos políticos están bajo la sospecha de ella, sin embargo, el caso que hoy nos trae a la mesa de la reflexión, es el del exgobernador de Veracruz, que ha hecho famosa su risa, famosos sus dichos y sublime su cinismo. ¿Alguien parió político a este hijo?, seguro que sí, fue el PRI.

La mayor prueba que pasa el sistema político nacional al presentar a Javier Duarte ante un Juez, es garantizar que se hará justicia para el pueblo mexicano. Si no se hace justicia, entonces el pueblo se las cobrará en el 2018 votando en contra del sistema y a favor de quien le tome la palabra de hacer justicia y acabar con la impunidad.

La gente de México, la de a pie, la que escucha y lee las noticias a diario, entiende que Javier Duarte está acusado de haber delinquido hasta el infinito y no desea más que saber que lo condenarán severamente y lo obligarán a devolver todo lo que se supone robó. Para ellos, no hay de otra, o lo castigan metiéndolo a la cárcel o lo sueltan encubriéndolo.

La moneda está en el aire, Javier Duarte sonríe y se da el lujo de hacer que todo México viva en la expectación. Mientras tanto las autoridades se hacen bolas.

Nadie dice ésta boca es mía. La dirigencia nacional del PRI se lava las manos arguyendo que ya lo expulsaron. Pero es el PRI el culpable de que Duarte políticamente existiera. Fue el PRI quien lo postuló como Gobernador y antes le diera cobijo e impulsara su carrera política, fue el PRI y toda su gigantesca estructura territorial, económica, política y social quien le otorgó el poder, convirtiéndole en el líder moral, el jefe político, el mandamás, el cacique de Veracruz, uno de los estados que más millones de votos le genera al tricolor nacional.

¿Cuándo comenzó a delinquir Duarte?, ¿quién o quienes lo protegieron?. Javier Duarte es la gran responsabilidad del PRI. Así lo ve la ciudadanía y así lo ven los militantes.

La historia podría convertirse en tragedia si el exgobernador de Veracruz queda libre de delito alguno. Si lo acusaron fue por algo.

No hay de otra, el sistema está obligado a garantizarle a los mexicanos que la justicia se aplicó en este caso legal que daña la política nacional. El 2018 está cerca, el caso Duarte es una explosión en la esfera priísta. Y faltan más casos, aún se espera la aprehensión del exgobernador de Chihuahua y las extradiciones de los exgobernadores Tomás Yarrington y de Roberto Borge de Veracruz. Todos a cuenta del PRI.

La permanencia del PRI en la presidencia de la república, pasa por el manejo de la crisis política que ha desatado la corrupción de estos personajes y se agrava por la falta de democracia en la selección del candidato presidencial.

El 2018 ya está aquí.