De inmediato el presidente le dijo al micrófono duramente: “tu al igual que otros seguramente quieren que el gobierno se quede cruzado de brazos mientras otros jóvenes ingresan al crimen organizado para matar a otros jóvenes. Por eso, mi gobierno seguirá combatiendo con todo para darle seguridad a los mexicanos”.
El hecho pone en evidencia el gran enojo que la población tiene de seguir escuchando el discurso “positivo” del presidente; sobre todo cuando las evidencias señalan que en materia de seguridad, 55 mil muertos no son mensajes positivos sino de miedo y desesperanza.
Y a pesar de que al final, los burocrátas estatales le aplaudieron al presidente, la inconformidad de éste joven ha trascendido en toda la nación
