Seúl, 8 jul (EFE).- El líder norcoreano, Kim Jong-un, ha visitado el mausoleo donde reposa el cuerpo de su abuelo con motivo del aniversario de su muerte, un importante acto anual en el que dos miembros de la cúpula del régimen tuvieron un rol menor tras haber sido aparentemente degradados.
Como es tradición, Kim visitó el miércoles en Pionyang el Palacio del Sol de Kumsusan, donde reposan los restos embalsamados de su padre, Kim Jong-il, y de su abuelo, Kim Il-sung, según informaron un día más tarde los medios estatales.
La visita se realiza cada año para conmemorar la muerte, el 7 de julio de 1994, de Kim Il-sung, fundador del país y primer dictador de la dinastía Kim.
Como es costumbre, el líder estuvo acompañado por miembros del comité central del Partido de los Trabajadores.
Sin embargo, las fotos publicadas por la agencia KCNA muestran que solo cuatro de los cinco miembros del presidium del comité central de la formación única norcoreana se situaron en primera fila durante el homenaje y que la fila se distribuyó de manera manifiesta para dejar un hueco a la derecha.
Ri Pyong-chol, hasta ahora quinto miembro del presidium, fue colocado en tercera fila y vistió además un traje estilo Mao de color negro en vez del uniforme militar.
Esto parece confirmar que ha sido degradado como parte de las medidas recientemente implementadas después de que el propio Kim Jong-un culpara la semana pasada a miembros de la élite del régimen de provocar una “crisis” en la gestión de la pandemia en el hermético país.
A su vez, el otro alto funcionario que aparentemente fue degradado la semana pasada, Pak Jong-chon, apareció en segunda fila, donde acostumbra a hacerlo, pero las insignias de su uniforme del ejército mostraron que ha pasado a ser vicemariscal, en vez de mariscal (el único cargo militar por debajo de Kim Jong-un en Corea del Norte).
Ri Pyong-chol también ostentaba hasta hace poco el cargo de mariscal, aunque se desconoce si ha perdido también el rango.
Por su parte, los medios estatales siguen sin especificar detalles sobre la “crisis” mencionada por Kim en la gestión de la pandemia.
Corea del Norte, que espera recibir 1,7 millones de dosis de vacunas este año del programa COVAX, aseguró en su último informe a la OMS a finales de junio que aún no ha detectado ni un solo caso de COVID-19 tras haber testado a unas 31.800 personas.
