En el transcurso de nuestra vida tenemos un dato muy cierto que viene siendo el día de nuestro cumpleaños que año con año se acostumbran celebrar con nuestros seres queridos. También es muy claro que algún día dejaremos este plano terrenal, aunque no sabemos cuando se dará dicho evento. Mientras tanto, nos toca vivir la vida con la intensidad, las peripecias y las circunstancias que significa compartir nuestras vivencias con conocidos o extraños.
¿Cómo queremos vivir cuando el tiempo irremediablemente en su avance nos lleve a transitar hacia la adultez mayor?
Es necesario que como sociedad recuperemos el valor de la ancianidad para honrar a las anteriores generaciones como una forma de agradecimiento y reconocimiento por abrirnos el camino de la vida y las enseñanzas que son producto de la experiencia de vida.
En muchas ocasiones lamentablemente las prisas de la vida cotidiana por la competitividad y las presiones sociales económicas la tendencia es el abandono de las personas mayores por la carga que representa el cuidado y la atención, que resulta muchas veces muy demandante. Sin embargo, los ascendientes no debemos rehuir de esa responsabilidad que tiene un fundamento legal en cuanto procurar el bien de las personas que lo necesitan.
Una alternativa para cumplir con esa obligación son los servicios de una casa de reposo para adultos mayores, los cuales deben ser evaluadas para conocer si cumplen con las condiciones ideales para garantizar la buena atención y cuidado de nuestros seres queridos
Entre las recomendaciones que se deben considerar se sugiere:
En una primera instancia es verificar la carta de servicios que ofrece en función del tipo de cuidados que ofrece. Si abarca tan solo una estancia, asistencia o supervisión médica, atención de una cobertura nutritiva, la calidad de los alimentos, las actividades que constituyen la cotidianidad y convivencia entre los habitantes de la estancia.
No solo se trata de atender la situación física sino también aspectos sociales y emocionales. Los hogares para adultos mayores que carecen de una estrategia de convivencia como celebrar algo que resulta tan simple pero que es muy significativo como lo cumpleaños, valdría la pena cuestionar si conviene o no para atender a nuestro adulto mayor.
Es importante la selección de una estancia cercana a la casa de uno. Procurar un espacio de calidad para nuestros familiares mayores no significa dejarlos en el abandono ante la seguridad de que son atendidos, ya que el vínculo nunca se va a perder y es necesario ir a las visitas y estar pendientes de ellos. Es parte de un compromiso de vida que siempre tendrá una recompensa y satisfacción personal.
Las recomendaciones de fuente confiables que certifiquen con una buena opinión es un elemento para considerar, ya que no se debe pasar sobre todo si las notas son negativas. Dejar el cuidado a un ser querido es muy delicado y debe asumirse con compromiso y responsabilidad la decisión y la posterior supervisión de cumplimiento de todas las condiciones pactadas y acordadas.
