La separación de Jaime Zetina como secretario de fomento económico del gobierno estatal fue una acción directa producto de una reflexión sensata de la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco. Definitivamente se esperaba, porque incluso se sabe que sería tomado como una bandera política para golpear a la gobernadora.
Una vez más, Ivonne Ortega desarticula a sus enemigos políticos al anticiparse a sus ataques, lo que demuestra que tiene un panorama claro y bien definido del acontecer local.
Hay quienes la fustigan por su aparente lejanía del Estado, pero la verdad es que ella no tiene más ojos que para Yucatán.
No podemos juzgar el actuar de un ser humano, sobre todo cuando no conocemos a ciencia cierta las razones por las que actuó de tal manera, pero lo que sí puedo asegurar es que vivimos una realidad en que el oportunismo está a la orden.
La violencia familiar nunca debe permitirse venga de donde venga. Pero un asunto familiar se ventiló públicamente y se usó para golpear a la gobernadora, y en eso, se pintó solo el Diario de Yucatán y algún medio en la web.
La gobernadora no solo calló la boca de sus enemigos sino que con el nombramiento de una mujer Diana del Carmen Castañeda Medina dio un mensaje claro y preciso al mostrar que sabe escuchar y cumple sus compromisos.
La gobernadora del Estado, muestra que no toma decisiones a la ligera, que se toma su tiempo para analizar las cosas y que no se deja calentar la cabeza por simples ráfagas de grilla. Ella analizó, reflexionó y tomó una precisa decisión a favor de la congruencia.
