Con la revolución industrial, que vino a traer la máquina para transformar el trabajo humano a la máquina para optimizar el consumo de energía, contrajo la necesidad de contar con los insumos necesarios para el buen funcionamiento de aquéllas. Uno de esos elementos son los aceites.
El aceite es un compuesto que siempre ha estado presente en la vida humana. La palabra define a un gran número de líquidos grasos de orígenes diversos que no se disuelven en el agua y que tienen menor densidad que ésta y que muy útiles en diversos ámbitos de la vida cotidiana.
En el campo de la industria los aceites se utilizan como lubricantes para que las máquinas conformadas como metales puedan operar de manera óptima.
Veamos el caso de los aceites o lubricantes de autos. Estos son parte de los líquidos necesarios para el funcionamiento correcto de los vehículos. Se conforman de una mezcla de aceites con aditivos necesarios que permiten el funcionamiento del motor. Lo que sin duda es una parte esencial y óptima para la vida del motor. Por lo que debemos tener mucho cuidado con la selección del proveedor de aceites y lubricantes al cual recurrimos para dotarse de tan importante insumo.
Porque existe una relación muy directa entre el rendimiento y el desempeño del motor con el tipo de aceite que se requiere en un vehículo. Considerando que hay sistemas del vehículo que requieren determinado tipo de líquido, aceite o lubricante para funcionar. Tenemos el caso de los líquidos para frenos o de las guías hidráulicas. Líquidos que son esenciales para el rendimiento de los sistemas que permiten la conducción del auto. Inclusive, dependiendo del modelo de vehículo, abran otros sistemas que requerirán de la utilización de determinados aceites para que no se corran riesgos.
Es por ello de que debemos ser muy conscientes de qué y cómo elegir el aceite adecuado para el motor y los sistemas del vehículo. Para eso hay que tener en cuenta las recomendaciones del fabricante del carro y los parámetros que nos proporcionan la Sociedad de Ingenieros Automotrices y el Instituto Americano del Petróleo. Por lo cual debemos estar muy pendientes de la información que nos proporcionan los anuncios repuestos y accesorios de coches y elegir de la mejor manera lo que necesitamos para nuestro vehículo.
En el comercio, para el caso de los vehículos motores, hay dos tipos de aceites: los multigrados y los monogrados. Los primeros pueden ser sintéticos, semisintéticos o minerales. Su rendimiento se aprovecha en los motores de gasolina, es óptimo durante 10,000 kilómetros y son recomendados para vehículos nuevos o con poco uso. Para el caso de los monogrados son considerados los más contaminantes por su viscosidad y está asignado a aquellos que funcionen con Diesel.
Uno de los factores para decidir es el tiempo de vida del coche. Para los vehículos anteriores al año 2000 consumen aceite monogrado. Para los más recientes se debe utilizar el multigrado.
Lo importante es vigilar siempre el nivel de aceite del motor para que éste no tenga desgaste interno. Debemos ser conscientes que sin el lubricante el motor puede amarrarse y echarse a perder. Lo que sin duda nos costaría mucho dinero.
